martes, 30 de septiembre de 2008

Vicente Carrillo-Batalla L. // Hispanoamérica


Sentir España es ejercicio de reencuentro con nuestra propia historia
Dicen algunos que desde hace siglos, nada tenemos que ver con España, que el 12 de Octubre de 1492 se inició una invasión prolongada hasta el punto en que los pobladores de América decidieron hacer la guerra y alcanzar su independencia.


Es un renovado intento de validar la leyenda negra, soportada en visiones deformadas de comentaristas que creen con ello reivindicar al elemento aborigen.


Positivo y negativo


La historia que transcurre desde la Conquista hasta la Independencia, deja entrever aspectos positivos y negativos, como ocurre inexorablemente en toda trayectoria humana.


El conquistador español del siglo XVI hundió el blasón de su raza en tierras americanas y dio inicio a un prolongado proceso de dominación militar, acompañado en todo momento de un clarísimo afán de cristianización del elemento aborigen, aunado a la transculturación que fijó valores y costumbres de la España peninsular en la sociedad colonial. El proceso no estuvo exento de errores y excesos a veces imperdonables.


Por ello la leyenda dorada es tan insostenible como aquella de signo contrario que referimos al inicio de estas reflexiones.


Fusión de razas


La consolidación de una cultura americana cimentada en valores permanentes de la hispanidad, es dato objetivo, inocultable. Fusión de razas si la hubo y de allí los rasgos diferenciadores con la España de allende los mares. Pero insistimos, el elemento español prevaleció y helo allí, tan presente y fulgurante en nuestra Hispanoamérica que sí, se hizo independiente, pero no por ello dejó de ser hija de España.


Si quisiéramos hacer el inventario de argumentos que soportan estas afirmaciones, llenaríamos páginas enteras con imágenes de España, de su historia, de su arquitectura, de sus personajes desdoblados en los clásicos, de sus caballeros, que como diría Azorín, son trasunto del inmortal caballero. He allí la huella profunda del cristianismo, fraguada en los templos y misiones, escuelas y universidades que pueblan nuestra América caótica, aunque siempre entregada a ese camino de la fe y la esperanza que se inició en 1492. He allí nuestra lengua que indefectiblemente nos hace españoles, como dirá Miguel Ángel Asturias.


He allí un sinnúmero de costumbres y aficiones que nos identifican, que nos hacen sentir en casa cuando viajamos a España, un sentimiento igualmente compartido por los españoles que visitan nuestra América. Sentir España, como la sentimos en Hispanoamérica, es ejercicio de reencuentro con nuestra propia historia.


martes, 23 de septiembre de 2008

Parque Nacional Canaima (Estado Bolivar) 1º PARTE

Jhonny Díaz

Disfruta de esta presentación en Power Point de nuestro bello Parque Nacional Canaima

Dale click en este link:
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Luego que estés en la pagina, le das en el cuadrado donde aparece la leyenda: Click here to start download... y podras ver la presentación
Luego, si así lo deseas, aparecerá una pantalla con las opciones de "abrir" o de "guardar" Toma la acción de "guardar" para que lo puedas bajar a tu disco duro, seleccionando el lugar donde lo alojarás, indicando la carpeta o lugar en tu disco duro.

sábado, 20 de septiembre de 2008

La huella española




La conquista de las Indias Occidentales fue una empresa emprendida bajo el impulso del capitalismo naciente, que daba sus primeros pasos en Europa. Iniciada por la Corona de Castilla, es ejecutada por empresarios de diversas nacionalidades con la autorización, regulación y fiscalización del Estado Español.
El establecimiento de los primeros europeos en las regiones costeras de Tierra Firme inicia la formación de la sociedad que después de tres siglos, consolidado en Nación, se llamará Venezuela.
El proceso se caracterizó por la violencia conquistadora. Esta causó la merma de la población indígena y la destrucción de su cultura. Desarrolló un nuevo poblamiento que descansó en el trasiego de colonos con vocación de dominio, quienes trajeron sus instituciones religiosas, económicas y fiscales, complementadas por otras de carácter político, militar y judicial, y con ello trasladaron su mundo a las nuevas tierras, creando así las redes políticas y administrativas sobre las cuales se asentó en América el Imperio español.
Mantener los nuevos dominios no les resultó fácil a los conquistadores, pues debieron enfrentar un territorio inhóspito, las permanentes acciones de resistencia indígena, sus propias contradicciones y los frecuentes ataques de piratas y corsarios.



1498
MarzoAmbrosio Alfínger, primer Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela, llega a Coro, funda una ciudad, quizás en el mismo sitio donde Juan de Ampíes había fundado Santa Ana de Coro.

1530 JunioNicolás de Federmann, como Teniente General de Ambrosio Alfinger, queda encargado del gobierno de la provincia de Venezuela.

Bandera venezolana

Bandera venezolana

Automóviles de los 40

Automóviles de los 40