miércoles, 24 de febrero de 2010

Colegio Chaves. Emblemática Institución caraqueña de mediados del siglo XIX.

Gerónimo Yerena Cabrera.
El Colegio Chaves, situado desde su inauguración el 5 de julio de 1842 y hasta 1953, entre las esquinas de Carmelitas y Llaguno en el lado norte de la Oeste 1, al lado de otra vivienda emblemática de la Caracas de Antaño, que fue la casa de la esquina de Llaguno, sede del Museo de Arte Colonial. Ambas fueron demolidas para construir la actual Avenida Urdaneta.
La casa del colegio había sido construida por don Juan José de Vega y Bertodano en 1783 (1), personaje de gran prosapia española y primer Vega nacido en Caracas; hijo de don Juan de Vegas y Sanz, quien pasó a Caracas como Contador de la Real Hacienda y casó en 1716 con María Bertodano, hija del ex Gobernador. Dentro de su ilustre descendencia figuran dos eminentes médicos: Andrés Herrera Vegas, fundador de la lucha antituberculosa en Venezuela, con la fundación del Primer Dispensario Antituberculoso en el año 1906 (2), y Martín Vegas, pionero de la dermatología en Venezuela, graduado en el año 1920 (3).

Guillermo Meneses en su dossier sobre la Casa del Colegio Chaves (4), nos condensa en forma ejemplar, como siempre lo supo hacer, la crónica tanto de la casa como del colegio:
“Durante mucho tiempo, la casa donde funcionaba el Colegio Chavez fue orgullosamente estimada por los caraqueños. Era enorme casa de bellísimo patio rodeados de corredores. El corredor delantero tenía las famosas columnas barrigonas que se encuentran en algunos ejemplos de la arquitectura colonial venezolana. La casa había sido hecha para don Juan de la Vega y Bertodano en 1783. Más ancha y fuerte que su vecina de la esquina de Llaguno, ambas constituían grato sitio de antiguos ambientes. En la de Llaguno estuvo mucho tiempo el Museo Colonial; la de Juan de la Vega pasó por varias manos hasta que fue destinada para colegio de niñas pobres donde aprenderían a coser, bordar, leer, escribir, contar, gramática castellana, principio de religión, música y dibujo y hasta elementos de geografía e historia, si fuese posible. El caballero Juan Nepomuceno Chaves dejaba establecido en su testamento como renta para el colegio la cantidad de siete mil pesos que saldrían –primero que ninguna otra cosa de los dividendos que deben producir las mil acciones- del Banco Nacional. En realidad los fondos del colegio desaparecieron en múltiples vicisitudes, pero siempre ha representado lo que seguramente fue el primer ejemplo de lo que hoy llamamos “espíritu fundacional” y la primera demostración de la actividad privada dirigida a ayudar en la solución de los problemas sociales y educativos. Para la realización de los trabajos de la Avenida Urdaneta se consideró necesario tumbar las casas de Llaguno y Chaves. No sabemos cuáles causas privaron en esta decisión pero el resultado fue que Caracas quedó sin dos casas ejemplares de la habitación del siglo XVIII. En lo que al Colegio Chaves se refiere vendría a ser justa la construcción de una nueva casona hecha con de acuerdo con los moldes y trazos de la antigua, hoy guardados. La casa de Juan de la Vega y la empresa del Colegio Chaves lo merecen”.

Graciela Schael Martínez (5), nos relata la anécdota de un personaje popular muy conocido a principio del siglo XX relacionado con el Colegio Chaves. Se trataba de Petra Antonia Josefa Carmen de las Mercedes Pérez, pero que era conocida sólo por el nombre de “Nuestra Señora de Las Batatas”, era una humilde mujer que recorría la ciudad llevando sobre la cabeza un azafate pleno de batatas sancochadas, a cuya venta se dedicaba. Este personaje luego de fracasar en su intento de ingresar en uno de los conventos de la capital, decidió vestirse de monja, y así andaba por el centro de la capital vendiendo su mercancía. En cierta ocasión un fraile capuchino le aconsejó que cambiara su manera de vestir, que tal apodo le atraía; las recomendaciones del religioso influyeron en la muchacha y quizás ayudada por éste, luego de un tiempo, entró a formar parte del personal del Colegio Chaves, en calidad de doméstica, ayudante de la portera.

Juan Nepomuceno Chaves falleció el primero de agosto de 1841, y e l colegio fue fundado un año más tarde, por generosa decisión del eminente y filantrópico caraqueño (6), quien a mediados del siglo XIX figuró en alta escala en los primeros años de la República a la cual sirvió en variados cometidos, destacando también por la opulencia de su fortuna, adquirida a costa de trabajo inteligente y asiduo, habiendo sido promotor y principal fundador del Banco Nacional de Venezuela, primer Instituto de este género que hubo en nuestro país. La voluntad de este eximio venezolano fue expresada en forma póstuma mediante cláusulas contenidas en su testamento para dar lugar a este legado, y se le dio el nombre de Colegio Chaves, conforme al justo parecer de Juan Manuel Manrique (albacea testamentario).Esta Institución pionera en cuanto a que representa quizás la primera iniciativa de altruista aportación de capital privado en la solución de problemas de vigencia social, ha vivido a la par que la República las contingencias y vicisitudes que han caracterizado nuestra historia, siendo hoy día un hermoso signo de pervivencia institucional.
Gracias a la Fundación Juan Nepomuceno Chaves aún persiste el espíritu y la devoción de su fundador. Actualmente funciona, desde septiembre de 1992, como un colegio privado en la Calle F Colinas de Valle Arriba.
Cabe destacar, en honor a sus nombres, las respetables Directoras que a través de los años han estado al frente del mismo. Inician desde 1842 hasta 1870, Concepción, Teresa y Encarnación Luque, seguidas sucesivamente por Concepción Miyares de Smith, Carolina Conde de Ponte, Amalia Amitesarove, Lucila Luciani de Pérez Díaz, Carmen Trujillo Trujillo, Mercedes Trujillo Trujillo y Gisela Trujillo de Marcano. Hoy se encuentra al frente del Colegio la Licenciada Natalia Marcano de Vásquez, quien conjuntamente con la Comunidad Educativa del Plantel ha ampliado los alcances académicos del mismo convirtiéndolo en un Colegio de educación mixta que abarca todos los niveles de educación (preescolar, básica y diversificada).
Para conservar y actualizar la iniciativa y los esfuerzos de las personas forjadoras de esta Institución, se ha constituido la “Fundación Colegio Chaves” presidida por la profesora Gisela Trujillo de Marcano.
Bibliografía.
1.-José Garcia de la Concha. Reminiscencias Vida y costumbres de la vieja Caracas. Ernesto Armitano. Editor. p 155-158.
2.- Mercedes Pérez. 25 Vidas Bajo un Signo. Ediciones Lerner.1967.p 282-288.
3.-Ana Mercedes Pérez. 25 Vidas Bajo un Signo. Ediciones Lerner.1967.p 165-177.
4.- Guillermo Meneses. Libro de Caracas. Fundarte Alcaldía de Caracas. 1995. p 53.
5.-Graciela Schael Martínez. Estampas Caraqueñas. Concejo Municipal del Distrito Federal. Caracas 1975. p 46.
6.-Portal del Colegio Chaves. Fundación Juan Nepomuceno Chaves:
http://colegiochaves.com/

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miércoles, 17 de febrero de 2010

Gral. en jefe Fco Avendaño, Emancipador y litógrafo

Eumenes Fuguet Borregales (*)
El general en jefe Francisco de Paula Avendaño, forma parte de la pléyade de héroes sucrenses, que liderizan el Mariscal Antonio José de Sucre, y el bravío General en Jefe, José Francisco Bermúdez; Cumaná, vio nacer el 4 de febrero de 1792 a Francisco de Paula Avendaño, de la unión entre Don Francisco Avendaño madrileño, administrador de tabacos en esa provincia y la cumanesa Doña María López. Recibe primeras enseñanzas en el lar nativo. En 1808 estudia matemáticas y conoce de ingeniería; a comienzos de 1810, ingresa junto a un grupo de jóvenes cumaneses a la Compañía de Nobles Húsares de Fernando VII, unidad para rendir honores al Rey, que comanda el oficial Vicente Sucre, padre del futuro Gran Mariscal, también alumno de la Compañía de donde el 10 de agosto de 1810 egresan cincuenta y tres subtenientes, grado conferido por la Junta Suprema de Caracas. Ante el fracaso del marques del Toro en la campaña de Coro, el joven oficial es enviado a mediados de 1811, junto Sucre, a incorporarse al ejército del generalísimo Francisco de Miranda para ejecutar la Campaña sobre Valencia, destinada a sofocar el alzamiento del 11 de julio al desconocerse la independencia. Durante las operaciones en el centro de la provincia que dirige Miranda, contra el ejército realista del capitán de fragata Domingo Monteverde, el joven Avendaño sufre dos heridas graves, siendo apresado en el sitio de Los Guayos el 8 de mayo de 1812, de donde escapa al poco tiempo hacia el oriente, para continuar hacia las islas del caribe hasta 1813; regresa a Venezuela al conocer la llegada exitosa a Caracas, el 6 de agosto, del futuro Libertador al concluir la Campaña Admirable. Bolívar le designa comandante de ingeniería de La Guaira. El 7 de julio de 1814 forma parte de la "Emigración a Oriente"; en el traslado, Avendaño se dirige a Barcelona combatiendo en Aragua de Barcelona el 17 de agosto de 1814; Boves mantiene el terror y ventaja en toda la región oriental; desde Carúpano Bolívar se dirige a Margarita y luego a Cartagena; Avendaño y Armario se movilizan a Trinidad regresando a comienzos de 1817, para incorporarse a la Campaña de Guayana que dirige el general Manuel Piar. El 18 de julio de 1817, Bolívar lo asciende a teniente coronel con antigüedad a septiembre de 1814. Los méritos de Avendaño son reconocidos el 1º de noviembre de 1819 por el vicepresidente Francisco Antonio Zea con su ascenso a coronel. Durante la Campaña de Carabobo, desde La Guaira, Avendaño apoya con trescientos soldados al general Bermúdez en la famosa "Diversión sobre Caracas". Sus conocimientos de ingeniero militar son requeridos para diversas construcciones y trabajos de mantenimientos en diferentes sitios del país. Encontrándose en La Guaira como comandante militar en 1823, utilizó los primeros equipos de litografía en Venezuela, luego del Correo del Orinoco, trabajando con el conocido "pintor de los próceres" Juan Lovera. Designado en 1825 Comandante general de Puerto Cabello, se ocupa del mantenimiento del castillo San Felipe. Representó la provincia de Cumaná como Diputado al Congreso reunido en Valencia en 1830; a raíz de la Revolución de las Reformas dirigida por Mariño, el 8 de julio de 1835, el prócer cumanés fue férreo opositor y combatiente. Cumplió eficientemente cargos públicos de importancia en Cumaná en 1838 y Guayana en 1843, logrando con su persuasión y cualidades personales unificar grupos antagónicos. Designado en julio 1845 por el Presidente Soublette, Secretario de Guerra y Marina; como Director de la Academia de Matemáticas de Caracas - hoy Academia Militar, introdujo grandes mejoras para capacitar los cadetes. En 1847 es Comandante de Armas de Caracas. Avendaño es ascendido a general de brigada en 1861 por el Poder Ejecutivo y aprobación del Congreso; el 17 de marzo de 1866 es ascendido a general en jefe de los Ejércitos de la República Federal, bajo la designación "Ilustre Prócer", por el Presidente Juan Crisóstomo Falcón. Fallece el veterano servidor en La Guaira el 24 de febrero de 1870. Por Decreto del 11 de febrero de 1876, se dispuso trasladar sus restos al Panteón Nacional; cumpliéndose esta disposición el 16 de marzo de 1966. Al registrar la infausta noticia, la prensa de la época expresó: "Dotado de prendas morales, de una elevada educación y de un tacto político nada común, la república entera sentirá vivamente el fallecimiento de uno de sus hijos mas notables, de uno de sus próceres y mas antiguos patriotas.Uno de los pocos hombres públicos que no deja al terminar su gloriosa carrera, odios ni rencores contra su persona y su buen nombre". Promoción de oficiales, unidades militares e instituciones públicas y privadas, llevan con honor su preclaro nombre.

*Gral. de Bgda.
eumenes7@gmail.com

Diario El Carabobeño

Historia y Tradición

sábado, 13 de febrero de 2010

Carnaval en Caracas. Evolución desde la Colonia hasta el siglo XX.

Gerónimo Alberto Yerena Cabrera.
En el siglo XVII, ya la ciudad de Caracas en función de Capital de lo que más tarde fuera la Capitanía General de Venezuela disfrutaba de las costumbres carnavalescas. Esto fue evolucionando conjuntamente con los cambios de las autoridades, fundamentalmente la de Gobernadores y Obispos. En el siglo XVII y mediados del XVIII ya se jugaba con agua, negro humo, almagre, huevos, se embadurnaban con harina, azúcar o pinturas; y aprovechaban los jóvenes, y algunos no muy jóvenes, para dar riendas sueltas a los impulsos propios de la liberación de sus hormonas. Esto ocurría, según la zona y estratos sociales, desde la forma más inocente hasta la más bárbaras posibles. Estas costumbres desde la Colonia hasta el siglo XX, se fueron alternando “sus modalidades” entre la diversión, la molestia y el abuso, en diferentes épocas, según las circunstancias y los Gobiernos de turnos.

Narra Don Arístides Rojas (1), que en la época del Obispo Diez Madroñero, en el siglo XVIII (1757-1769) cuando Caracas era una ciudad en que prácticamente no existía diversión alguna y con ansia esperaban el Carnaval para festejarlo; el Obispo, el cual ya había impuesto una series de modificaciones de índole religiosas en las costumbres y en la nomenclatura de la ciudad, decreto la prohibición de los juegos de carnaval y estableció el rezo del rosario todos los días de carnaval. Al morir el Obispo, el rezo del rosario fue desapareciendo en el carnaval y volvieron nuevamente las viejas costumbres, para beneplácito de la gran mayoría de sus habitantes.

Ya en el siglo XIX, los tres primeros tercios, había el carnaval invadido nuevamente la ciudad con todas sus modalidades, llegando al extremo en la segunda mitad del siglo, que pocas casas y edificaciones se salvaran de manchas de pinturas que se iban acumulando de cada carnaval, dando un aspecto grotesco.

Graciela Schael Martínez(2), en su artículo: Primer carnaval organizado, narra en forma genérica las mismas costumbres hasta la fecha del centenario del nacimiento del Libertador, cuando el general Antonio Guzmán Blanco, había insinuado la conveniencia y su deseo de ver sustituido el bárbaro juego “que echaba por tierra todo miramiento culto y de respeto, por diversiones dignas de una ciudad civilizada”.
Como por encanto, al amanecer del domingo se vieron flotar en las ventanas gran número de banderas. En lugar del agua e inmundicias como en años anteriores, caía sobre el transeúnte una lluvia de flores, dulces y perfumes. Máscaras de aspecto que recorría toda la escala de lo grotesco paseaban la ciudad.

Sin embargo el juego con agua el martes de carnaval no fue desterrado completamente; cuenta Lucas Manzano (3), que un General muy mandón él, ante una situación que se había presentado en la Calle Real de La Candelaria, donde mojaron a la tropa, fue el mismo a poner el orden y al llegar al sitio, bellas damas lo bajaron del caballo y le dieron un baño completo; este sonriendo y celebrando el atrevimiento de las muchachas dio la orden de alejarse y que las chicas siguieran con su juego.

Don José García De la Concha (4), contemporáneo de Don Lucas Manzano y quien fue testigo presencial de la celebración del carnaval a principios del siglo XX, cuenta que era una fiesta donde se podía apreciar claramente el grado de cultura y de ingenio de un pueblo, y Caracas en esto se iba superando y continuaba celebrando el carnaval de una manera decente y elegante. En la ciudad con suficiente antelación se formaba la junta directiva, y de su seno se elegía un presidente y se formaban juntas subalternas para las parroquias. Se organizaban los desfiles compuestos por carrozas, coches y faetones; estos salían el sábado por la tarde del Capitolio prestos a la batalla de serpentinas, flores, confetis y caramelos; subían al Principal, doblaban hacia la Torre y tomaban la Calle Real de La Candelaria. Las dos primeras cuadras no representaban resistencia, pero de la Marrón para abajo la cosa era seria, desde allí comenzaba la guerra de papelillos y serpentinas; al llegar a la esquina de la Romualda se detenían para compartir el jolgorio en el gran templete situado alrededor de esa esquina; luego continuaban hasta la Cruz de la Candelaria ,bajaban a Miguelacho, desde allí se devolvían pasando por el templete de Socarras y cruzaban a Salvador de León (recuerden que la esquina de Socarras esta al sur de Romualda, situadas ambas en lo que hoy es la Avenida Fuerzas Armadas). De Salvador de León bajaban siete cuadras hasta Peláez; en la época de Castro se hizo famoso en esa esquina el templete del Gobernador Tello Méndez, según narra De la Concha. De las Peláez seguían al oeste, posiblemente hasta la esquina de Monzón y de allí subían directo hasta el Principal donde terminaba el desfile ese día. La fiesta se prolongaba hasta el Martes de Carnaval, tanto en el colectivo como en las residencias particulares.

Sin embargo a comienzo del segundo cuarto de siglo XX en los carnavales de 1928 fue diferente a todos los anteriores; comenta Guillermo Meneses (5), que con motivo de la elección de la Reina de los Estudiantes: “Beatriz Peña se llama y es preciosa como tienen que ser las Reinas de entusiasmo y juventud”; Pio Tamayo, un personaje que se incorpora por entonces a las conversaciones y a los espectáculos moderno y rebelde en su descuidada altanería, en homenaje a la Reina dijo las siguientes palabras: “ Una Reina, pero sucede que, (¡cómo se cuaja la ira en el corazón de algunos gobernantes!) un moscardón de rebeldía se ha juntado a la algazara de los estudiantes”; Antonio Arráiz, quien andaba en la misma línea de Pio Tamayo comentó que esas palabras fueron candentemente sospechosas; sumado a esto los estudiantes en camiones adornados de colorines con un distintivo que no puede confundirse con disfraz alguno gritan:
¡Ajá,ajá!
Mariquita ya se va
¡Ejé, ejé!
Mariquita ya se fue…
Los festejos del reinado de Beatriz terminan con el arresto de todos los estudiantes y sus compinches que participaron en la celebración, además de Pio Tamayo y Antonio Arráiz. Estos fueron los famosos carnavales de La Semana del Estudiante en el 28.

Luego a finales de los años 40 y en los 50, el carnaval se traslado a los clubes privados. Juan J Valverde M (6) y Marisa Vannini (7), comentan que comenzaron a celebrarse en el Casablanca Tennis Club ( hoy La Hermandad Gallega); el Club Paraiso (después Las Fuente); el Centro Asturiano; el Star Light del Hotel Madrid, situado en la esquina de Cipreses; el Monumental, debajo del puente 9 de Diciembre en el Paraiso; el Hotel Avila y el Hotel Tamanaco.

En el puente 9 de diciembre se veían a los curiosos observando desde las barandas a las personas bailando en el Monumental, incluso en fechas distintas al carnaval.
Los templetes volvieron a alegrar el carnaval, estaban bajo el control de la Gobernación del Distrito Federal y las diferentes Juntas Parroquiales. Como estaba prohibido el consumo de alcohol, la gente se sentía más estimulada a asistir y confiada en la conducta de todos los asistentes a los templetes. Muy populares y famosos fueron los de San Juan, La Pastora y el de San José, pero también los hubo en otras parroquias y barrios caraqueños.

Luego de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, los festejos se limitaron nuevamente a los clubes, colegios y residencias particulares. Para el año 1961 se reactivó el carnaval en la UCV y hubo más entusiasmo ese año; aunque a nivel popular colectivo el carnaval nunca más volvió a ser lo que era antes.

En Caracas a decir verdad, en carnaval a igual que en Semana Santa, sus habitantes en su gran mayoría lo que hace es viajar al interior y el jolgorio lo forman fuera de la ciudad…
¿Usted quiere estar en una ciudad tranquila?: quédese en Caracas en carnaval y no se arrepentirá…

Bibliografía revisada.
1º.- Arístides Rojas. Crónica de Caracas. Fundarte. Colección Rescate.1994.p49.
2.- Graciela Schael Martínez . Estampas Caraqueñas. Concejo Municipal del Distrito Federal. 1975. El primer carnaval organizado.p 109.
3º- Cuadernos de Lucas Manzanos.
4.- José Garcia de la Concha. Reminiscencias Vida y costumbres de la vieja Caracas. Ernesto Armitano, Editor. El carnaval de Caracas. p146.
5º.-Guillermo Meneses. El Libro de Caracas. Fundarte.1995.p145.
6º.-Juan J.Verde M. Caracas del Recuerdo a La Nostalgia.Impregraf C.A. 1997.p51.
7º.- Marisa Vannini. Arrivederci Caracas. Libros del Nacional. Nº 53. P122.

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viernes, 12 de febrero de 2010

El martirio del gral. José Félix Ribas

Eumenes Fuguet Borregales (*)
Tras larga agonía causada por sus captores realistas, el 31 de enero de 1815 muere en Tucupido- Guárico el gallardo José Félix Ribas, uno de los once generales en jefe de la independencia. Tío político del Libertador. Nace en Caracas el 1l de septiembre de 1775, e incorporado a la causa emancipadora con los sucesos del 19 de abril de 1810, de cuyos eventos revolucionarios se autonombra "Diputado por los Pardos" ante la Junta Suprema Conservadora de los derechos de Fernando VII. De gran figuración en la Campaña Admirable conducida por Bolívar, fue héroe en la Campaña del Magdalena, en Niquitao, Los Horcones, Vigirima y en la heroica Batalla de La Victoria, por cuya acción valerosa Bolívar le denomina "Vencedor de los Tiranos en La Victoria", que le hace merecer su ascenso a general en jefe el 23 de marzo de 1814. Destacará en Charallave, Ocumare y Primera de Carabobo. Luego del desastroso resultado en la Segunda Batalla de La Puerta, el 15 de junio de 1814, donde la derrota de Bolívar y Mariño ante José Tomás Boves, da origen a la pérdida de la Segunda República y la Emigración a Oriente, conducida por Bolívar desde Caracas a partir del 7 julio al frente de un reducido ejército que escolta veinte mil temerosos habitantes que huían de la barbarie; del penoso recorrido de cada tres emigrados solo uno pudo llegar a destino, como consecuencia de la sed, hambre y plagas. Previo a concluir la Emigración, Bolívar y Ribas carentes de logística, caen derrotados en Aragua de Barcelona el 17 de agosto. Con un ejército patriota desmantelado, Ribas y José Francisco Bermúdez, enfrentan el 5 de diciembre Urica, con resultado adverso, al temible a Boves y Francisco Tomás Morales al frente de siete mil soldados. A pesar de la derrota, el asturiano fallece en el combate por un lanzazo atribuido al coronel Pedro Zaraza, pero también muere el notable valenciano Miguel José Sanz. Retirados a Maturín, el 11 de diciembre la ciudad sufre la acometida de Morales dando muerte a numerosa población. Enfermo pero con mejor suerte, Ribas se moviliza hacia las selvas de Tamanaco donde busca las fuerzas del general Urdaneta, iba acompañado de un sobrino y del criado Concepción González, quien fue enviado hacia Valle de la Pascua a buscar alimentos, pero resulta apresado y debe confesar la ubicación del prócer, siendo detenido junto a su sobrino, ajusticiado esa noche, Ribas fue presentado al Teniente de Justicia Mayor de Tucupido Lorenzo Barrajola, quien ordena su ahorcamiento y el desmembramiento de su cuerpo. Se ordena que la cabeza sea frita en aceite, y colocada dentro una jaula de hierro, que llega a Barcelona el 3 de febrero y finalmente a Caracas el 14 de marzo, donde fue colocada a lo alto de un tronco en el camino real en La Puerta de Caracas - La Pastora, que comunica con La Guaira. La lúgubre ceremonia contra el prócer, fue ordenada para que sirviera de escarmiento, siendo publicada tal resolución el 15 de marzo de 1815, en la Gaceta de Caracas: "Ayer a las doce del día, formados en la Plaza Mayor de esta capital, los batallones del Rey y la Corona, dos escuadrones de caballería y una brigada de artillería, se colocó en la horca la cabeza del llamado general José Félix Ribas, llegada la noche antes de Barcelona, y puesto en ella, el mismo gorro encarnado con que se hizo distinguir en el tiempo de su triunvirato".La historia y tradición relata que en tiempos de la Guerra Federal, el esclavo Concepción González, fue avistado por unos soldados, y al ser reconocido el jefe exclamó ¡Ah cara. Concepción. vamos a arreglar el asunto del general José Félix Ribas¡, ordenando que por su delación merecía la horca. El general Ribas presenció un suceso similar al suyo, el 8 de mayo de 1779 cuando en la Plaza Mayor de Caracas, se aplicó la horca y el descuartizamiento de José María España, despertándole sentimientos de horror y solidaridad; casado el 1º de febrero de 1796 con María Josefa Palacios, tía del Libertador, de la unión nace, el 14 de febrero de 1811, José Félix. Como suceso inédito en la historia universal, al conocerse el triunfo de Ribas en La Victoria, desde Valencia, Bolívar ordenó al día siguiente, que el niño José Félix, de apenas tres años, recibiera el grado de capitán con goce de sueldo, pero fallecería en Caracas el 18 de junio de 1875, sin haber recibido la asignación ordenada por El Libertador; su viuda, Carmen López continuó las diligencias y hubo de esperarse hasta 1909 para materializar la orden. Como curiosidad histórica, José Félix Ribas y el realista Domingo Monteverde estaban emparentados a través de Valentín Ribas. El mausoleo en La Puerta de Caracas, que aún lo recuerda reza: "Aquí fue expuesta la cabeza de José Félix Ribas. Su vida fue orgullo de la patria, terror de los enemigos, su fin glorioso enseñará siempre a los venezolanos a despreciar la muerte por la libertad".

(*) Gral. de bgda.
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miércoles, 10 de febrero de 2010

Enero de 1813, "Campaña de Oriente"

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Luego de la capitulación de Miranda realizada el 25 de julio de 1812, se produce la diáspora, la fuerza republicana quedó casi inexistente; El jefe realista Domingo Monteverde no tenía rivales en ese infausto año; había salido de Coro el 10 de marzo de 1812 avanzando exitosamente por: Siquisique, Carora, El Tocuyo, Barquisimeto, San Carlos y Valencia capital de Venezuela en ese momento. Bolívar con suerte había emigrado con algunos oficiales hacia Curazao; en oriente se agruparon varios oficiales en el islote de Chacachacare cercano a Trinidad, propiedad de Concepción Mariño "la magnánima señora", hermana del coronel Santiago, oficial margariteño de familia con recursos económicos, deseoso de iniciar una expedición libertadora sobre las costas venezolanas. La noche del 11 de enero se reúnen cuarenta y cinco jóvenes en Chacachacare, leen la Proclama donde exponen sus ideales de salvar la patria en manos del tirano Monteverde, reconocen a Mariño como máximo jefe con plenitud de facultades; los secretarios designados fueron: Manuel Piar, José Francisco Bermúdez, Manuel Valdés y Francisco Azcúe. El Acta concluye: "Mutuamente empeñamos nuestra palabra de caballeros de vencer o morir en tan gloriosa empresa; y de este compromiso ponemos a Dios y a nuestras espadas por testigos". En la madrugada del 12 de enero embarcaron en dos piraguas con las pocas armas proporcionadas por Mariño, dirigiéndose a una hacienda de éste ubicada en Guiria, península de Paria, cuya esclavitud puso en armas dándoles la libertad. Se organizan en una unidad denominada "Guardia del General"; serían siete meses de operaciones para liberar el oriente. Mariño el héroe de Chacachacare, empuñando la espada redentora a los veintiún años. El 13 ocupan la sorprendida guarnición del puerto de Guiria integrada de trescientos soldados al mando de Juan Gabazo, ante la impetuosidad del ataque se retira hacia Punta Brava; Bermúdez ocupa Irapa el 15. Desde Yaguaraparo es enviado refuerzo realista al mando de Francisco Cerveriz, también decide retirarse ante las acometidas republicanas. Mariño en Guiria se refuerza con voluntarios incorporados a la lucha; envía a Bernardo Bermúdez hermano de José Francisco a Maturín, la cual ocupa el 2 de febrero por abandono de la guarnición realista. El jefe español Antonio Zuazola derrota el 8 de marzo a Bernardo en los Magueyes y en Aragua de Barcelona el 16 de ese mes. Mariño en Guiria con refuerzos de Arismendi y armas compradas a corsarios, resiste el ataque por mar por la escuadra de Echeverría y por tierra por las fuerzas de Cerveriz. Piar defendiendo Maturín derrota el 11 de abril fuerzas superiores de Fernando de la Hoz y de Remigio Bobadilla. Monteverde al conocer en Caracas las derrotas de su ejército se moviliza con quinientos efectivos desde La Guaira hacia Barcelona para seguir hacia Maturín, donde sería derrotado el 25 de mayo, teniendo que regresar a Caracas. Las operaciones en el oriente permiten a Mariño y a Piar ocupar Cumaná el 3 de agosto y el 19 del mismo mes a Barcelona. El corsario italiano José Bianchi con su pequeña flota pudo apresar y destruir varias naves realistas. Mariño es designado jefe supremo de la región oriental teniendo como segundo al curazoleño Manuel Piar. Por su lado y sin coordinación ni comunicación, Bolívar había iniciado el 24 de diciembre de 1812 desde Cartagena la campaña sobre las poblaciones ubicadas a lo largo y ancho del río Magdalena, llegando el 27 de febrero de 1813 a Cúcuta, para iniciar el 14 de mayo la Campaña Admirable, jalonada de triunfos hasta llegar a Caracas el 6 de agosto. El 8 de agosto el futuro Libertador envía a José Francisco Rivodó comisionado ante Mariño con la finalidad de comunicarle los pormenores de la campaña recién culminada y la solicitud de apoyo para unir las fuerzas; Mariño acepta las propuestas e inclusive ofrece embarcaciones artilladas para establecer un bloqueo a Puerto Cabello; igualmente prometió enviar una comisión para informar a Bolívar los detalles de las operaciones en la región oriental y movilizarse con mas de cuatro mil soldados. Venezuela estaba dividida en dos grandes estados a saber: el oriental integrado por las provincias de Cumaná, Barcelona y Margarita, el de occidente lo formaban: Caracas, Barinas, Mérida y Trujillo; las provincias de Maracaibo, Coro y Guayana permanecían bajo el mando realista. Al movilizarse Mariño al centro el 17 de enero de 1814, combate el 31 de marzo en Bocachica - cerca de Villa de Cura, donde derrota a Boves. El 5 de abril se encuentran en la población de La Victoria Bolívar y Mariño formando un solo ejército al mando del Libertador.

(*) Gral. de Bgda.


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domingo, 7 de febrero de 2010

"El Mariscal Sucre y los niños de la calle"

Eumenes Fuguet Borregales (*)
El 3 de febrero se conmemora un nuevo aniversario del nacimiento del ilustre cumanés, el general en Jefe Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, "El Caballero de la Historia" y "El prócer mas puro de la independencia americana". Es propicia la oportunidad para recordar que nuestro paisano fue el pionero de la ingeniería militar en Venezuela, el precursor del Derecho Humanitario Internacional, el primero en dictar, el 19 de agosto de 1822, en Quito, un decreto sobre el aseo urbano en América; aplicó, el 9 de enero de 1825, el Principio de Autodeterminación de los Pueblos, muy adelantado para la época. El Libertador lo denominó "El Abel de América", y fue la única persona a quien le escribió, en enero de 1825, una biografía.

Sucre, después de haber realizado exitosamente la Batalla de Ayacucho, "Cumbre de la gloria americana", el 9 de diciembre de 1824, recibió instrucciones de Bolívar para trasladarse hacia el Alto Perú -hoy Bolivia-, actividad que ejecuta a finales de enero de 1825. En esa importante región realizó grandes obras y disposiciones, muy recordadas por sus pobladores agradecidos; dentro de sus múltiples realizaciones se pueden mencionar: la creación de la Universidad de La Paz, la Academia Militar de Chuquisaca (hoy Ciudad Sucre, capital de Bolivia), construcción de caminos y carreteras, sacó los cementerios de las iglesias, construyéndolos cerca de las ciudades; incluyó el inglés, el italiano y la astronomía en los estudios medios; creó hospicios para los indigentes, prohibiendo la mendicidad y responsabilizando al prefecto de la ciudad por tal cumplimiento; igualmente, decretó amnistía general, libertad de cultos y de prensa.

Fundó escuelas de minería, rebajó los impuestos, auspició el aumento de la producción de añil y el desarrollo textilero para aumentar el empleo, protegió las lagunas, fundó un periódico en La Paz, activó varios colegios de minas, reorganizó la Casa de la Moneda, mejoró los hospitales, protegió las ruinas preincaicas de Tiahuanaco, rectificó los planos de la Catedral de La Paz, mejoró el diseño de la Catedral de Chuquisaca. En síntesis, se esmeró en gobernar a todos, para todos y por el bien de todos.

Una faceta poco conocida fue la de su benignidad en la atención de los huérfanos de los valerosos soldados que ofrendaron sus vidas en aras de la emancipación.

Con la finalidad de utilizar los conventos y monasterios para alojar a los niños y las niñas, le escribió al Papa León XII, explicándole su preocupación por los menores abandonados, solicitándole su autorización para atender y resguardar a los huérfanos; la respuesta fue positiva, acompañada de la bendición apostólica. A tal fin utilizó el Convento de San Agustín para los niños y el de Santo Domingo para las niñas, asignándoles 5.000 pesos anuales para su funcionamiento.

Los menores recibían excelente atención referida a alimentación, uniformes, salud, formación moral y vocacional; los varones aprendían oficios de carpintería, agricultura y albañilería; las niñas recibían formación de bordado, cocina y repostería; todos recibían Religión, Dibujo, Pintura y Aritmética. El responsable de la coordinación, supervisión y ejecución era el director de la Enseñanza Pública.

Como hemos observado, la preocupación de Sucre por los niños de la calle lo convierte en un verdadero apóstol de la magnanimidad y de la beneficencia, ejemplo a seguir en beneficio del futuro del país.

El 18 de abril de 1828, en Chuquisaca recibió un alevoso atentado por parte de sus enemigos gratuitos que le fracturó el antebrazo derecho. Era Sucre la continuación de la obra de Bolívar, quien lo denominaba "Mi otro yo".

Sin ambiciones políticas e imposibilitado para ejercer la Presidencia, dejó el poder mediante un mensaje-despedida al Congreso de Bolivia, el cual se leyó el 2 de agosto, donde, entre otras consideraciones, decía:

"Llevo la señal de la ingratitud de los hombres en un brazo, cuando hasta en la guerra de independencia pude salir sano... no he hecho gemir a ningún boliviano, ninguna viuda, ningún huérfano solloza por mi causa... he señalado mi gobierno por la clemencia, la tolerancia y la bondad.

En el término de mi vida veré mis cicatrices y nunca me arrepentiré de llevarlas, cuando me recuerden que para formar a Bolivia preferí el imperio de las leyes a ser el verdugo o tirano, que llevará siempre una espada pendiente sobre la cabeza de sus ciudadanos".

Recordemos que el lápiz con que se escribe la historia no tiene borrador.


Historia y Tradición

jueves, 4 de febrero de 2010

Mariscal Falcón... "El Magnánimo"

Eumenes Fuguet Borregales (*)
El gran ciudadano, mariscal Juan Crisóstomo Falcón, jefe de uno de los movimientos político-sociales más importantes de Venezuela, la Revolución Federal, conocida como Guerra Larga o de los "Cinco Años"; presidente de la República desde 1863 hasta 1868, paraguanero de pura cepa, falleció de cáncer en la laringe el 29 de abril de 1870, en la isla de Martinica. De una elevada preparación intelectual, políglota, escritor y poeta, quien a veces se separaba de la presidencia para trasladarse al terruño coriano y disfrutar la sencillez y cálida amistad de su gente. Nació este coterráneo en el caserío de Tabes el 27 de enero de 1820, hijo de José Falcón y Josefa Zavarce. En Coro recibió una esmerada educación en el Colegio Nacional.

Atraído por la carrera militar, inicia en 1848 sus primeras acciones como comandante en las filas de José Tadeo Monagas contra Páez, correspondiéndole luchar en Coro y Maracaibo, donde fue ascendido a coronel y designado Comandante de Armas. Se caracteriza por el buen trato hacia los vencidos. Las campañas exitosas en el occidente le merecen, en 1853, el ascenso a general de brigada.

Se encontraba Jefe de Armas en Barquisimeto cuando sucede en Valencia, el 5 de marzo de 1858, el alzamiento de Julián Castro, que derroca a Monagas y decreta el 7 de junio de 1858 la salida del país de Falcón y Ezequiel Zamora, su cuñado. Ambos se dirigen a las antillas (Saint Thomas y Curazao), donde se reúnen con un grupo de liberales. A las ocho de la noche del 20 de febrero de 1859, con la toma de la casa del parque de la ciudad de Coro, sin realizar un disparo, por parte del comandante Tirso Salaverría, se inicia la Revolución Federal, la cual buscaba la justicia social y la igualdad ciudadana, complementada con la invasión por La Vela de Coro el 22 de marzo, por parte de Ezequiel de Zamora, para dirigir las operaciones en el occidente.

Falcón desembarca por Palmasola en julio de ese año, con voluntarios y pertrechos; allí emite su Proclama al país, enarbolando las banderas de la federación. Sigue a Coro, Carora y Barinas para combatir junto a Zamora como jefe el 10 de diciembre, en Santa Inés, obteniendo un contundente triunfo contra las fuerzas gubernamentales. El éxito los acompaña en Barinas y San Carlos, donde Zamora es asesinado el 10 de enero de 1860, muerte dudosa aún estudiada por los historiadores.

Falcón asume el mando de las tropas y se dirige a Valencia, pero ante la superioridad de las fuerzas oficiales y la poca logística disponible, en Tinaquillo cambia de planes y se dirige al oriente del país. Es derrotado el 17 de febrero de 1860 en Coplé, ubicado entre Camaguán y Calabozo, por el general León de Febres Cordero. Falcón divide sus fuerzas y se dirige a Bogotá, Curazao y Haití, en busca de recursos bélicos; regresa en 1861 para combatir exitosamente durante dos años en la región coriana, la cual pasa de nuevo a poder de los federales.

Con el Tratado de Coche-Caracas, firmado el 23 de abril de 1863 entre los representantes de Falcón y Páez, culmina la guerra federal y permite la salida del país de este último. El 17 de junio de 1863 es designado presidente provisional de la República; el 18 de agosto de ese año emite en Caracas su famoso "Decreto de Garantías", bases fundamentales de la libertad y de la democracia, con la finalidad que los venezolanos entren en pleno goce de sus derechos políticos e individuales; en su artículo Nro 1 prohíbe la pena de muerte, derogando las leyes que la imponen, convirtiendo a Venezuela en el primer país del mundo en establecer esta disposición.

El 25 de diciembre de 1863, la Asamblea Constituyente le confiere los títulos de Gran Ciudadano y de Mariscal. Para demostrar no tener ambición de poder, se separó del cargo presidencial en varias ocasiones, para ir al lar nativo. En 1868 se separa de la presidencia y sale de nuevo a Curazao, EEUU y Europa, donde visita importantes personalidades e incrementa su cultura. Desde Venezuela le solicitan su regreso para consolidar la lucha federal que dirige Antonio Guzmán Blanco.

El 7 de abril de 1870 sale enfermo de Francia con destino a Venezuela; durante la travesía se le agudiza la enfermedad, teniendo que llegar a Martinica; fallece el 29 de abril. Ese día Guzmán Blanco entra triunfante a Caracas, y envía una comisión a buscarlo, pero al llegar, Falcón no vivía. En 1873 el Congreso decreta repatriarlo. El primero de mayo ingresa al Panteón Nacional.

El escritor francés Víctor Hugo dijo: "Felicito a Venezuela por tener en su historia un ciudadano como Falcón". El distinguido historiador y escritor falconiano, doctor Raúl López Lilo, dijo: "Al mariscal Falcón la gloria le pertenece".

(*) General de brigada

Diario El Carabobeño

Historia y Tradición

martes, 2 de febrero de 2010

Oración de la Candelaria. Devoción en Venezuela. ¿por qué se reza los viernes? ¿por qué la Virgen Negra?

Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
Una devoción tradicional en El Valle de Caracas y en toda Venezuela.
Caracas es la ciudad más antigua en Venezuela donde se venera la imagen de La Candelaria; ya desde 1708 contó con una iglesia dedicada a ella, hoy Parroquia de La Candelaria. La Candelaria es patrona de muchas ciudades de Venezuela, tales como Turmero, Valle de La Pascua, Cantaura; además de muchos pueblos como Las Salinas en el Estado Vargas; parroquias y caseríos; incluso dentro de una misma parroquia donde hay más de una iglesia, a veces La candelaria es patrona de una de ellas.
Luego de la Independencia desde el primer gobierno de Páez, creador de la República de Venezuela, se incentivó la inmigración especialmente de canarios, la cual se prolongó hasta comienzo de la nefasta Guerra Federal, luego de esto durante el gobierno de Guzmán se reactivo la inmigración, llegando a superar a la inmigración de todos los demás países latinoamericanos y desplazando a Cuba que hasta inicio del siglo XIX era una de las que más canarios tenía. Por tal motivo a Venezuela se le llamó: la octava isla.
En cuanto a la oración original de La Candelaria, traída por los descendientes de los “guanches”, no se sabe con precisión la fecha; pero se difundió en Caracas y en toda Venezuela en el siglo XIX. Existen diferentes variantes de la misma oración, tanto en Las Islas Canarias como en Latinoamérica, pero la más aceptada y adecuada a la original se supone que es la siguiente:

¡Oh! Virgen de la Candelaria, ya supimos que pariste y a todos nos recogiste.
Recógeme a mí Señora que soy alma pecadora, arca eres de los cielos, puerta de la Trinidad, donde se consagra el cáliz, y la hostia en el altar.

Pregunta cómo se llama, se llama el Niño Jesús, que está clavado en la Cruz. Quién la sabe y la reza, quién la oye y la aprende, el día del juicio final, sabrá lo que esta oración contiene, y quién esta oración rezare todos los viernes del año, sacará un ánima de pena y la suya de pecados, y por grandes que sean sus pecados, como arenas en el mar, luego de su arrepentimiento, todos serán perdonados, delante de su Majestad, Amén, Jesús.

Esta oración guanche originalmente se mantenía por tradición oral de familia en familia en las Islas Canarias, y preferentemente se debía aprender oyéndola y no escribirla; por lo menos, así era la costumbre en varios sectores del Archipiélago: ¡quién la oye y la prende¡… y de esta manera se trasmitió a Hispanoamérica.

La devoción por la Candelaria en Hispanoamérica data prácticamente desde la llegada de los españoles. Esta oración se desconoce desde cuándo se reza en Las Canarias y en los diferentes países latinoamericanos; pero, luego de la emigración masiva de Isleños a América a mediados del siglo XIX, sobre todo a Venezuela, Cuba y Colombia la oración se difundió por toda Hispanoamérica.

Religiosamente todos los devotos rezaban la oración todos los viernes del año, sin excepción, tal como lo hacían en Las Canarias, y así transmitieron la costumbre a sus descendientes.

También es costumbre que ante un enfermo en agonía se le prenda la vela de la Candelaria, preferiblemente que haya sido bendita el dos de febrero; se dice que así el enfermo se mantiene iluminado espiritualmente y no le teme a la
“Obscuridad”…

Luego de esta oración se han editado varias oraciones en Roma, pero la autentica oración guanche es la que hemos expuesto.

¿por qué la Virgen es negra? y ¿por qué se reza los viernes?

Por mandato de la religión judía, todo primogénito varón debe ser presentado al Templo a los cuarenta días de nacido, y la entrada se hacía caminando entre candelabros colocados a ambos lados, se supone que el resplandor de la “candela” dio esa tez morena a la Virgen, de allí la leyenda del por qué la Virgen de Candelaria es negra.
Recuerden que si el nacimiento de Jesús Nuestro Señor fue un día 24 de diciembre; cuarenta días después, el dos de febrero del siguiente año en esa época fue viernes, de ahí el porqué es el día viernes preferentemente es que se reza esta oración.

Bandera venezolana

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Automóviles de los 40

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