jueves, 24 de febrero de 2011

Bolívar y los corianos

Eumenes Fuguet Borregales (*)
Coro, Maracaibo y Guayana no se solidarizaron con las siete provincias que a partir del 19 de abril de 1810, iniciaron las acciones en la búsqueda de la autonomía, y luego de la ansiada como inexistente libertad. Entre Coro y Caracas existía una rivalidad solapada a partir de la mudanza del obispado en 1637; antagonismo que sirvió a las autoridades realistas utilizar la región caquetía como un permanente aliado. A partir de 1820 el Libertador interesado en lograr la liberación y apoyo de los corianos, desde su cuartel general instalado en Escuque emitió una proclama el 21 de octubre de ese año: “Corianos: El ejército Libertador va a ocupar vuestro territorio. No le temáis, porque él no viene a destruir ni a vengar, él viene a restablecer el reinado de la paz. Vuestros esfuerzos a favor de la causa del rey, han sido aciagos para la patria, y aciagos para vosotros; con ellos no habéis hecho más que prolongar las miserias de la guerra y las vuestras propias. El fruto de la injusticia es amargo para todos. La República de Colombia va a acogeros bajo la protección de sus leyes benéficas. La Constitución española separa los hermanos con distinciones odiosas y tiránicas; la nuestra une todos los hermanos y restablece la igualdad de la naturaleza. Aquella por premio de vuestros servicios os excluía de la soberanía nacional; y nosotros os damos los títulos sublimes de ciudadanos, a pesar de haber sido vosotros nuestros más crueles enemigos. Pero ya el tiempo de los enemigos no existe; mirad a vuestros compatriotas y compañeros de armas, gloriosamente incorporados a su afligida y abatida patria. Imitad al coronel Vargas, al comandante Torralba, al teniente coronel Silva y a sus cuerpos enteros del ejército español que han vuelto a reunirse a sus hermanos de Colombia. abandonad esas banderas de maldición, que la justicia del cielo ha abandonado al terror de vuestras armas, y contad que seréis tenidos entre los mas distinguidos ciudadanos de la República. Contad con el olvido de lo pasado, y con el corazón fraternal de vuestros hermanos del ejército libertador”. El 28 de enero de 1821 Maracaibo se sumó a la causa republicana, aspecto considerado por el jefe realista Miguel de la Torre y Pando como una violación a los Tratados de Trujillo firmados el 27 de noviembre de 1820. La heroína Josefa Camejo (1791-1862) liberó la península de Paraguaná el 3 de mayo de 1821; su tío monseñor Mariano Talavera y Garcés (1777- 1861) y un grupo de notables, esperaron a Urdaneta (1788-1845) el 9 de mayo en Mitare para informarle del éxito de Josefa y la salida apresurada de los realistas hacia Puerto Cabello, embarcándose en Puerto Cumarebo. Urdaneta desde el caserío de Cujima emitió el día 10 una proclama a su tropa:
“Soldados: El pueblo de Coro que vais a ocupar, es uno de los que forman el Departamento de Venezuela en la Gran Colombia. Este pueblo que ha servido fielmente a los agentes de la tiranía, acaba de ser evacuado quedando a discreción de nuestras armas, y los mandatarios españoles en premio de sus importantes servicios han puesto el sello a las angustias de los corianos, dejando minado el depósito de pólvora, que en su explosión ha arruinado edificios y sepultado inocentes. …Soldados: el robo y toda especie de vejación a los vecinos os es absolutamente prohibido. Ninguno de los individuos de la división a mi mando, tiene facultades de tomar nada ajeno. El que lo hiciere, con infracción de este artículo y de los bandos generales del ejército, será castigado con la última pena. El día 11 a las once de la mañana ingresa a la Ciudad Mariana, dedicándose a organizar la parte administrativa designando al coronel Juan Escalona (1768-1833) Gobernador de la Provincia y a preparar un batallón integrado por corianos que lo acompañarían a San Carlos, en cumplimiento de la concentración del ejército que participará en Carabobo. Urdaneta llegó hasta Carora, no pudiendo continuar la marcha por problemas de salud. El Libertador en su Cuartel General ubicado en San Carlos escribió el 6 de junio de 1821 un mensaje dirigido a los habitantes de Coro: “Corianos, es una satisfacción para la República de Colombia llamaros sus hijos. Vuestra conducta en este último período es conforme a lo que debéis hecho de vuestro celo y valor, y me prometo que en lo futuro seréis los más fieles republicanos. Nombrad vuestros representantes en el Congreso Nacional; allí seréis soberanos de Colombia, y en vuestro suelo seréis ciudadanos más libres, protegidos por las leyes que dicten vuestra conciencia y voluntad. Todos, corianos, sois iguales en Colombia, como en España todos erais desiguales; a todos dividían barreras, con privilegios inicuos y degradaciones absurdas. Esta es la República de Colombia, ella sin duda penetrará en vuestros corazones y se colocará en vuestro amor, porque ella es madre y todos son sus hijos”. La única vez que Bolívar visitó Coro fue en diciembre de 1826 en su último viaje a Venezuela procedente del Perú.
(*) General de Brigada eumenes7@gmail.com

viernes, 18 de febrero de 2011

15 de febrero de 1819, Congreso de Angostura

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Con el propósito de convocar al segundo Congreso de la República en Santo Tomás de Angostura- hoy Ciudad Bolívar, el Libertador se reúne el 1ro de octubre de 1818 en el Palacio de Gobierno con el Consejo de Estado, exponiéndole la situación política y militar. La idea del Congreso había nacido después de la expedición de los Cayos ante la Asamblea de Notables realizada el 7 de jalb, que el Congreso se reunirá a partir del 1ro de enero de 1819. Las provincias a participar con una representación de cinco diputados inicialmente fueron: Caracas, Cumaná, Barinas, Guayana y Margarita, luego se extendió hasta Mérida, Trujillo y Casanare, ésta última perteneciente a la Nueva Granada, libre de los realistas e íntimamente ligada a la causa emancipadora.
El objetivo de reunir el congreso era para corregir las fallas de la 1ra Constitución sancionada el 21 de diciembre de 1811, y darle al estado solidez y estabilidad, sin sacrificio de la libertad. La primera convocatoria realizada para el 1ro de enero se suspende por no haber llegado la mayoría de los diputados.
El doctor Manuel Palacio Fajardo (1784-1819), dotado de talento y erudición, revisó y realizó algunas correcciones al famoso discurso que leería Bolívar en tan magna ocasión. El memorable 15 de febrero se instala el Segundo Congreso de la República, presidido por el Libertador y la asistencia de veinticinco diputados. Luego de los honores correspondientes, toma la palabra de su grandioso y elocuente discurso conocido como el "Mensaje al Congreso de Angostura", obra de alta factura por su contenido político, humanístico, social y rico estilo, aún estudiado en el Derecho Constitucional, empezaría:

"Señor, ¡Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando, ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad absoluta!

Durante el desarrollo de su exposición, Bolívar dejó claro en el auditorio una serie de factores a tomar en cuenta tales como: La unión de la Nueva Granada y Venezuela en un solo estado, promueve la práctica del deber ser de los buenos gobiernos, invoca la importancia de la educación popular para el saber y la virtud, expresa que la libertad, la democracia, la igualdad y la justicia no se decretan, aboga por la libertad de los esclavos, recomienda institucionalizar la condecoración "Orden de los Libertadores" y la Ley de Reparto de Bienes Nacionales como recompensa a los servidores de la patria, critica severamente a los regímenes de usurpación. Culmina su discurso con un sereno llamado a los diputados: "Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad.

Señor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías.

Luego de largos y entusiasmados aplausos añadiría: "El Congreso de Venezuela está instalado, en él reside desde este momento la Soberanía Nacional. Mi espada y la de mis ínclitos compañeros están siempre prontas a sostener su augusta autoridad" ¡Viva el Congreso Nacional! Acto seguido el Congreso procedió elegir al Presidente y al Secretario de dicha Cámara; para Presidente fue elegido el neogranadino Francisco Antonio Zea y como Secretario el Licenciado Diego Bautista Urbaneja. En la sesión del 16 de febrero Bolívar fue designado Presidente Interino del Estado venezolano, como vicepresidente Francisco Antonio Zea.
El Libertador deseaba separarse del mando civil para encargarse de las operaciones militares; el Congreso no cambió de opinión dejándolo en el cargo designado. Este Congreso sanciona la nueva Constitución el 11 de agosto de ese año.
A través del Orinoco se desplaza hacia los llanos apureños llevando un batallón de voluntarios europeos adonde llega el 10 de marzo. El 27 de marzo combate exitosamente en La Gamarra, materializando su sueño libertador lanzado a los cuatro vientos el 15 de agosto de 1805 en Monte Sacro. La pieza oratoria leída en el Congreso de Angostura, traducida al inglés por James Hamilton, la principal de toda la producción epistolar del Libertador, por su profundo contenido filosófico, ético, político y social, le permite al Libertador ser designado y recibir el titulo de Abogado Titular por parte de la Universidad San Marcos de Lima el 3 de junio de 1825.

*Gral de brigada(ej)
Historia y Tradición

sábado, 12 de febrero de 2011

Dr. Arístides Rojas, destacado historiador y científico

Eumenes Fuguet Borregales (*)
El 5 de noviembre de 1826 ve la luz primera en Caracas Arístides Rojas, hijo de los dominicanos José Rojas Ramos y Doña dolores Spaillat; tuvo la suerte de crecer y desarrollarse rodeado de conocidas figuras del mundo político, científico y cultural, asiduos participantes a las tertulias en el Almacén Rojas, negocio destinado a la venta de libros, propiedad de Don Arístides; mencionaremos entre los asistentes de los conversatorios a los sabios Juan Manuel Cajigal y José María Vargas.
El joven Arístides convertido en un ratón de biblioteca; desde joven escribía aspectos del sentimiento nacional y folclore, en algunas ocasiones utilizaba seudónimo; uno de sus maestros fue Fermín Toro.
Egresó de la Universidad Central de Venezuela con el título de médico en 1852, ejerciendo la profesión en las zonas rurales del estado Trujillo. Cuatro años después a causa del fallecimiento de su padre, se traslada a Caracas para atender el negocio y empezar a escribir obras científicas. En busca de nuevos conocimientos se dirige a Norteamérica y Paris; investigó la vida y obra del científico alemán Alejandro Humboldt; es reconocido Arístides Rojas entre los más conocedores de este sabio alemán. La Sociedad de Geología de Francia lo recibe como Miembro en 1859.
El conflicto político-social del país que desencadenó en la Guerra Federal, Guerra Larga o Guerra de los Cinco Años, obliga a Arístides trasladarse a Puerto Rico, tiempo que aprovechó para ejercer la medicina y visitar bibliotecas. Retorna en 1864 dedicado a preparar junto al Dr. Manuel Vicente Díaz en 1866: Apuntes para el repertorio de plantas útiles de Venezuela. Publica en 1868 El rayo Azul en la naturaleza y en la historia.
Ingresó en 1867 en la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales presidida por el científico alemán Adolfo Ernest (1832-1899). Rojas motivó a creación de jardines botánicos, estudiaba y publicaba importantes obras sobre sismología, geología y estadísticas; La Academia de Ciencias Físicas y naturales de La Habana lo incorpora en su seno en 1867. Una de sus memorias sobre sismología recibió en 1869 los mejores elogios por parte del Instituto de Ciencias de Francia.
Su matrimonio con Doña Emilia Ugarte en 1869 fue de apenas un año; la sentida desaparición física le causó a Arístides hondo pesar, motivándolo dejar la atención médica por la escritura.
La Academia de Bellas Artes de Chile le honró en 1873 con el Diploma de Académico Honorario. La obra el elemento vasco en la historia de Venezuela, le hace merecedor a la Medalla de Oro en 1874 por parte de la Universidad Central de Venezuela. Le cupo el honor de ser designado miembro de la comisión responsable del traslado de los restos del Libertador desde la Catedral hacia el Panteón el 28 de octubre de 1876; a tal fin elaboró el diseño del arca que los contendría, obra ejecutada por el artista Emile Jacquen.
Con su hermano Marco Aurelio le dio impulso desde 1875 al famoso Almanaque de los Hermanos Rojas iniciado en 1871. Escribe en 1876 Un libro en prosa, miscelánea de literatura, ciencia e historia. Cual peregrino apegado a la naturaleza, realizaba largas caminatas por los pueblos aledaños a Caracas conociendo la flora, fauna y aspectos costumbristas de los pobladores; por su libro titulado Estudios indígenas, valiosa contribución a la historia antigua de Venezuela, la Academia de Ciencias Sociales le otorgó un premio en 1878; Arístides Rojas le daba importancia al conocimiento de la cultura indígena como base para analizar y dar a conocer la historia del país. En 1883 es comisionado en la preparación de los actos conmemorativos al centenario del natalicio del Padre de la Patria.
De sus extensas investigaciones pudo escribir igualmente Estudios históricos, orígenes venezolanos en 1891; acometió el estudio de la historia colonial en momentos que aún permanecían vigentes resentimientos pos independentista. Actualizó la geografía de Agustín Codazzi y la adaptó al estudio por parte de los alumnos de primaria. Le correspondió con el sabio Ernesto Ernst, coordinar y montar el Pabellón Nacional en la Exposición Universal realizada en Chicago con motivo de la conmemoración del cuarto centenario del descubrimiento; a tal fin presentó plantas, objetos indígenas, aspectos históricos y del extenso folclore venezolano.
Fallece este científico, gloria de Venezuela en Caracas el 4 de marzo de 1894, dejando algunas obras sin editar, entre ellas Folclore Venezolano, publicada en 1967. Ingresa al Panteón Nacional el 21 de septiembre de 1983. Sus obras de ciencias naturales se convirtieron en material didáctico durante muchos años. El escritor valenciano Enrique Bernardo Núñez Primer Cronista Oficial de Caracas, escribió el 4 de marzo de 1944, al cumplirse los cincuenta años del fallecimiento de Don Arístides Rojas, una brillante apología de este sabio caraqueño siempre alejado de la política, pintado por los notables artistas Arturo Michelena y Antonio Herrera Toro. Un busto de bronce en el Palacio de las Academias elaborado por Eloy Palacios en 1896 y un parque en Maripérez, cerca del Ávila, recuerdan la memoria de este destacado paisano.

Historia y Tradición
(*) General de Brigada eumenes7@gmail.com

viernes, 11 de febrero de 2011

Languidez

Argimiro Torres*

Se escondía
Y nunca llegaba
Me prometía
No lo esperaba

En el lugar
Garabateba
En un papel
Lo que pensaba

Pasaba el tiempo
Desesperado
En un reloj
Muy angustiado

Las manecillas
Del marcador
En ese avance
Que no alcanzaba

Andaban juntas
las agujitas
Luego de un tiempo
Se apareaban

En el momento
De ese tic tac
Un gran silencio
Quedaba atras

Después de aquello
Mis pensamientos
Nunca volvían
A ser igual

Pero yo siento
de tanto en tanto
Como se mueven
Tantos espantos

Solo en el trance
De esas locuras
Desvanecían
Mis amarguras

Parece y llega
Desde muy lejos
Pero no es cierto
Eran sus huellas

Al final creo
Era espejismo.
En lejanía
Es así mismo.

Let´s go to meet a lost illusion
In the bottom of our dreams
It would be a great emotion
If we hear a gong...
With indefinite... tamtams.

* Médico poeta venezolano

jueves, 3 de febrero de 2011

Humboldt, “Descubridor científico del Nuevo Continente”

Eumenes Fuguet Borregales (*)
En Berlín nació el 14 de septiembre de 1769 Alejandro Humboldt, extraordinario sabio, hijo de Alexander Von Humboldt y María de Colomb. Desde Joven se preocupó por los estudios relacionados con la mineralogía, geología y botánica; Llegó a dominar siete idiomas.
Aprovechando la herencia dejada por su padre, pudo costear los largos y productivos viajes realizados en América, Europa y Asia, periplo de nueve mil seiscientos kilómetros, buscando afanosamente especies de animales, vegetales y minerales, que le permitieron escribir innumerables obras, entre ellas “Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente” y “Cosmos” en varias ediciones.
En 1790 inicia su experiencia científica recorriendo el río Rin. En 1798 se instala en Paris, donde conoce a Aimé Bonpland (1773-1858) médico y botánico francés, excelente acompañante en las extenuantes exploraciones. El inicio de su invalorable trabajo estaba previsto ejecutarlo en Turquía y Egipto, problemas políticos lo impiden; sin embargo con autorización del rey español Carlos V, obtiene el pasaporte para recorrer el Nuevo Mundo costeando todos los gastos.
Parten de la Coruña con destino a las islas Canarias en el navío Pizarro el 5 de junio de 1799, ascienden al volcán Teide, anotando informaciones inéditas para la época. Al dirigirse a Cuba una epidemia se origina en la embarcación, obligándolos a desembarcar el 16 de julio en Cumaná; el paisaje oriental le llamó poderosamente la atención y lo estimula iniciar su proeza científica.
El 18 de septiembre en Caripe se maravillan en la espectacular cueva del Guácharo; penetraron unos quinientos metros. Regresan a Cumaná por la vía de Cariaco, En su primera experiencia en suelo venezolano pudieron recolectar especies vegetales, animales y minerales. El 18 de noviembre embarcan hacia La Guaira, Bonpland se queda en Higuerote para continuar a pie por la costa. En Caracas son recibidos con entusiasmo, facilitándoles alojamiento y atenciones por parte de las autoridades y familias de la alta sociedad.
El 2 de enero de 1800, ascienden hasta la Silla de Caracas acompañados de Andrés Bello. Estos incansables científicos parten de Caracas el 7 de febrero en dirección: Antímano, Los Teques, La Victoria, Maracay, Mariara donde disfrutan de sus aguas termales, lago de Valencia, ciudad de Valencia, Las Trincheras, Puerto Cabello. Regresan a Valencia para enrumbar hacia Villa de Cura para llegar el 15 de marzo a Calabozo, siguen a San Fernando de Apure, remontan el Orinoco, se asombran al contemplar el majestuoso “río Padre” y sus afluentes. Cansados llegan a Angostura el 13 de junio. Retornan a Cumaná a finales de agosto, luego de un breve descanso se trasladan a Barcelona.
Luego de dieciséis meses de exhaustiva exploración científica embarcan hacia La Habana el 24 de noviembre de 1800, donde aprovechan para clasificar y remitir a Europa el material obtenido en su Viaje a Venezuela. Parten hacia la Nueva Granada ingresando por Cartagena, continuando hacia Ecuador y Perú. En su recorrido ascendieron a varios volcanes entre ellos los majestuosos Pichincha y Chimborazo.
El 5 de diciembre de 1802 se dirigen a México, en la ruta estudian las corrientes marinas, que hoy en día llevan su nombre. Recorren buena parte del territorio mexicano durante un año; trabajo plasmado en su importante obra: “Ensayo político sobre el Reino de Nueva España”. Tras breve estada en La Habana se encuentran en abril de 1804 en Norteamérica. Luego de seis años de la exhaustiva exploración, soportando los riesgos y penurias de áreas inhóspitas, regresan a Europa el 30 de junio de 1804. Recibidos como héroes con un voluminoso material que servirá para la elaboración detallada de los valiosos documentos científicos relacionados con la climatología, astronomía, geología, zoología, geología, vulcanografia, espeleología, etnografía, geografía, ornitología y aspectos humanos entre tantos valiosos aportes. Estudió sesenta mil plantas de las cuales mas de seis mil eran desconocidas
En 1804 conoce a Bolívar en París; Bonpland lo alojó en su residencia. de nuevo se encuentran en Roma en 1805. Humboldt se dedicó entre 1804 y 1834 a preparar en treinta volúmenes su maravillosa obra. Bonpland regresa en 1816 a Paraguay donde fallece en 1858. Humboldt cumplió funciones diplomáticas en 1827; continuaría sus viajes científicos en 1829 por Rusia, Siberia y Asia Central.
Humboldt sentía mucha admiración por Venezuela, de las bellezas naturales, por el trato y apoyo recibido en cada lugar donde llegaba; estudió el comportamiento de los indios caribes, criticaba las quemas de la vegetación para preparar las siembras. Bolívar diría sobre este sabio: “Humboldt es el descubridor científico del Nuevo Mundo, cuyo estudio ha dado a América algo mejor que todos los conquistadores juntos”. Fallece en Berlín el 6 de mayo de 1859, dejándonos un verdadero legado científico; su nombre es eternizado en instituciones y fundaciones científicas, culturales, educativas, ciudades, buques, lagos, ríos, montes, cordilleras, glaciares, picos, hoteles, planetario, parques nacionales, cuencas, cordilleras, especies animales y vegetales, inclusive en un mar lunar.
(*) Gral. de Bgda eumenes7@gmail.com
Historia y Tradición

Bandera venezolana

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Automóviles de los 40

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