lunes, 15 de octubre de 2012





General Bartolomé Salóm, “el héroe de El Callao”
                       Bolívar lo denominaba: “El Arístides de América”

Eumenes Fuguet Borregales (*)
Puerto Cabello ha dado para sí y para la historia, muchos hijos ilustres que dignamente representan la porteñidad; de este importante grupo se nos presentan tres próceres, grandes embajadores que aportaron su ingente cuota de sacrificio y valor; mencionamos con orgullo al general en jefe Juan José Flores, al almirante Agustín Armario y al general Bartolomé Salóm, éste último bien denominado “El hombre de la virtud” por el distinguido académico y Cronista Oficial de Puerto Cabello, escritor de fina pluma, el doctor Asdrúbal González. Salóm vio la luz primera el 24 de agosto de 1780, cerca de la actual plaza que lleva su ínclito nombre, tercer hijo de los nueve del matrimonio de Don Manuel Salom y Doña María Borges. Realizado los estudios elementales, Bartolomé Antonio de la Concepción, se dedica al área comercial. El eco del 19 de abril de 1810 llega rápidamente el 21 de ese mes, logrando la incorporación de varios jóvenes a la gesta emancipadora. Salóm ingresa en mayo con el grado de subteniente de milicias.
Le corresponde motivar al joven Juan José Flores  abrazar la misma causa, quien por cierto diría en 1850: “Puedo lisonjearme sin orgullo de haber combatido desde mi niñez por la causa de la América”. El predestinado Salóm es ascendido a capitán en abril de 1811, combate como oficial de artillería a las órdenes del generalísimo Francisco “libertad” Miranda en la rendición de Valencia al haberse sublevado por desconocer por parte del soberano Congreso  la declaración de independencia el 5 de julio de 1811; el 13 de  agosto de 1811 ocupan la Plaza Mayor de Valencia, hoy Plaza Bolívar, donde  Miranda coloca por primera vez en combate terrestre la bandera por él diseñada,  acompañado de los jóvenes oficiales, el coronel Simón Bolívar y el capitán de dieciséis años Antonio José de Sucre, futuro Gran Mariscal de Ayacucho.
Con la Capitulación firmada en San Mateo el 25 de julio de 1812 por  José de Sata y Bussy representante de Miranda, se pierde la República nacida el glorioso 5 de julio; Salóm es hecho prisionero en Puerto Cabello en julio de 1813,  enviado encadenado hacia la prisión de la Cuatro Torres en Cádiz el 1ro de noviembre; durante la travesía enferma de gravedad, siendo dejado en el puerto mexicano de Veracruz.
Al mejorar su salud es utilizado en diversas actividades dentro del penal, que le permitieron lograr la amistad y confianza de algunos funcionarios, facilitando su escape hacia Jamaica y Cartagena de Indias, conocida como “la Heroica”, allá  se encuentra con el impertérrito jefe José Francisco Bermúdez conocido como “José Francisco Pueblo”. Durante ciento dieciséis días soportaron la acometida de las fuerzas del jefe realista Pablo Morillo. Al hacerse imposible la defensa de la fortaleza,  algunos oficiales optaron romper el cerco y con mejor suerte para algunos, dirigirse el 6 de diciembre hacia Haití e incorporarse al ejército que a las órdenes del Libertador, que contaba con el apoyo del capitán curazoleño Luís Brión y el presidente Alejandro Petión, denominado por Bolívar como “El Magnánimo”, se preparaba para incursionar sobre las costas orientales. Salóm es ascendido el 2 de marzo a Sargento Mayor-Mayor.
La referida expedición integrada por siete embarcaciones y doscientos cuarenta combatientes, la mayoría de ellos eran oficiales, de allí la denominación de “La Expedición de los Soñadores”, zarpó de los Cayos de San Luís en Haití el 31 de marzo de 1816; en su avance se lleva a cabo el 2 de mayo en el islote de Los Frailes,  cerca de la isla de Margarita un combate exitoso contra los navíos “Rita” e “Intrépido” de la flota realista. Al desembarcar en Carúpano el 1ro de junio; Bartolomé Salóm funda el Cuerpo Nacional de Artillería del Ejército, integrado por cinco oficiales, seis soldados artilleros y cuarenta soldados auxiliares. Bolívar continúa con Salóm hacia Ocumare de la Costa, desembarcando el 6 de julio, quedándose solo, ya que las embarcaciones sin su autorización salieron a reaprovisionarse, y el coronel Carlos Soublette había salido en la noche con quinientos setenta soldados hacia los Valles de Aragua, Salóm iba en ese grupo.
Bolívar es salvado de suicidarse por el marino Juan Bautista Bideau, que en ese momento llegaba a la costa y lo lleva a Bonaire, regresando  a los pocos días a Choroní. Soublette en el avance ocupa Maracay el 7 de julio, por su parte el jefe realista Francisco Tomás Morales procedente de Valencia combate y derrota a Soublette en las alturas de Los Aguacates el 14 de julio de 1816. El general Gregorio Mac Gregor, teniendo de segundo a Soublette avanza hacia el centro y oriente, actividad  conocida como la Retirada de los seiscientos, jalonada de triunfos a partir del 17 de julio cuando vencen al comandante Quero en el Valle de Onoto,  en El Alacrán el 6 de septiembre derrotan al coronel Rafael López, y en El Juncal cerca de Barcelona  al general Francisco Tomás Morales.
El denodado porteño participo activamente en la liberación de Guayana en 1817 a las órdenes del general Manuel Piar; triunfan en San Félix el 11 de abril, combate contra el general Miguel de La Torre, utilizando en forma exitosa el binomio soldado-indio, utilizando flechas, lanzas, armamento y caballería. Piar asciende a Salóm al grado de coronel, siendo ratificado por el Libertador. Durante la Campaña del Centro realizada en 1818, Salóm estuvo encargado de la artillería; continúa a las órdenes de Bolívar en la ejecución de la extraordinaria Campaña de la Nueva Granada en 1819, salida desde Mantecal en los llanos apureños el 27 de mayo; atraviesan el páramo de Pisba a casi cuatro mil metros de altura, perdiéndose todos los caballos y mulas; las piezas de artillería se perdían al caer a los desfiladeros o se atascaban, retardando el avance; en Socha reciben cabalgaduras y atenciones por parte de los habitantes. Bolívar aplicaba el Principio de la Guerra de la Sorpresa, es decir atacar al enemigo por donde menos lo espera. Combaten en Los Corrales de Bonza, en Gámeza el 11 de julio, Pantano de Vargas el 25 de julio y Boyacá el 7 de agosto de 1819 para liberar a la Nueva Granada. Al suceder la muerte del joven barcelonés  general José Antonio Anzoátegui en Pamplona el 15 de noviembre de ese año, Bolívar designa a Salóm Comandante del Ejército del Norte. En los preparativos de la batalla de Carabobo, nuestro  biografiado es nombrado Sub jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador.
Un Bolívar triunfante, selecciona a Salóm para que lo acompañe en la  emancipación de los pueblos oprimidos del Sur del continente. Recibe el merecido ascenso de general de brigada en Popayán el 25 de febrero de 1822; combaten en Bomboná el 7 de abril de ese año contra el coronel Basilio García. Ejecutada en Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, “Gloria de la cumbre Americana”, la gran batalla dirigida por el general de división Antonio José de Sucre, futuro Gran Mariscal de Ayacucho, el general José Ramón Rodil  jefe de la fortaleza del Real Felipe de El Callao-Perú, no aceptó la capitulación, permaneciendo sitiado por Salóm hasta el 22 de enero de 1826, después de trece meses de tenaz cerco.
El gobierno peruano le otorgó la Medalla de Honor y el Libertador por su parte lo asciende a general de división. Al retornar a Venezuela ocupa diferentes cargos administrativos en Carabobo, Cumaná y Maturín. Cuando sucede el movimiento separatista en 1826 conocido como la Cosiata, Salóm no se plegó,  manteniéndose leal al Padre de la Patria, igualmente actuó con firmeza contra la Revolución de las Reformas que buscaba destituir en la presidencia al sabio doctor José María Vargas.
Había casado en Puerto Cabello con Doña Carmen Josefa Sereno el 16 de noviembre de 1843, procrearon a Simón Cincinato y Carmen Magdalena; Vivieron varios años en San Esteban. A Bartolomé Salóm de nuevo le son recompensados sus méritos por la emancipación suramericana con el ascenso a general en jefe  el 13 de junio de 1863.
Fallece el ilustre paladín en la residencia de su yerno Juan Antonio Segestaa´el 30 de octubre de ese año. Sus restos ingresan al Panteón Nacional, “Recinto de nuestros ilustres paisanos” el 5 de julio de 1909. El Grupo de Artillería ubicado en Maracay, una fragata misilística, el Comando de Guardacostas, una honrosa Condecoración porteña, parroquias en Puerto Cabello y Nirgua, instituciones públicas y privadas, incluyendo  el aeropuerto se honran llevar su  preclaro nombre. Bolívar lo denominaba: “EL ARÍSTIDES DE AMÉRICA”, porque era sinónimo del hombre justo como el gran personaje de la Grecia antigua.  Herodoto consideraba a Arístides como: "el mejor y más honorable hombre de Atenas".
Al referirse al general en jefe José Antonio Sucre en Cúcuta, el 20 de septiembre de 1820, cuando O´Leary preguntó ¿Quién es ese mal jinete que se aproxima?, Bolívar contestó: “Es Sucre, uno de los mejores oficiales del ejército, reúne los conocimientos de Soublette, el bondadoso carácter de Briceño Méndez, el talento de Santander y la aptitud de Salóm”. Este incansable paladín emancipador una vez cumplida la gran misión, mantenía en todo  momento un comportamiento  ejemplar, sin ambiciones, ya que su riqueza era su pobreza y rectitud. Le cupo el honor histórico de dar los primeros disparos en 1811 en las acciones de rendición de Valencia y los últimos  de la emancipación suramericana, sitiando y rindiendo  la fortaleza del Callao el 22 de  enero de 1826.
Bartolomé Antonio Concepción Salóm Borges, nos dejó una enseñanza en palabras que le diría a nuestro Libertador.
 “Mi vida es mi Patria y perderla sirviéndola es un deber”.
Trascendiendo la historia
*Gral. de Bgda.
Vicepresidente de la Academia de Historia del estado Carabobo
Asesor Nacional de la Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela

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