sábado, 30 de noviembre de 2013

LA OBRA DE BETANCOURT*,**


Rómulo Betancourt, bien conocido como “Padre de la Democracia”, admirado por muchos, odiado por otros. Su personalidad y trayectoria son importantes y no exentas de polémica. Sin embargo, nadie que sea amante de la democracia podría negar su invalorable aporte en el desarrollo cívico, social, económico, e infraestructural de Venezuela. Se ha escrito mucho sobre Betancourt, la mayoría resaltando su extensa labor, otros pocos se dedican a difamarle porque no permitió que a través de caminos distintos de la legitimidad popular (léase guerrillas e intentos de golpes militares) llegasen al poder. Gracias a la decisión de aceptar el ofrecimiento de los militares que derrocaron a Medina de ser presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno en 1945 se lograron muchos avances políticos, como el voto de las mujeres y los analfabetos, la elección directa del presidente de la república y el Congreso Nacional y la reducción de la edad para el voto de 21 a 18 años, con los cuales se logró la elección del primer ciudadano con total legitimidad popular como lo fue Rómulo Gallegos en 1947. Al mismo tiempo, la inmensa labor de planificación del Trienio Adeco en las áreas de educación, salud, electricidad, vialidad, regadío y otras, cuyos frutos primarios los cosechó la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez a quien erróneamente algunos atribuyen esos logros. Fue también paladín de la institucionalidad en un país acostumbrado a caudillos militares y una de sus grandes creaciones fue el partido Acción Democrática, de innegable impronta en el mejoramiento de los venezolanos y el avance del país y también la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP), la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y la Siderúrgica del Orinoco (SIDOR). Para no ahondar más en esos aspectos, harto conocidos por todos, se expresarán algunos de sus logros como gobernante, como presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) y como presidente constitucional de la república (1959-1964). 
EDUCACIÓN: se crearon 3838 planteles educativos desde el preescolar hasta el bachillerato; fue reaperturada La Universidad del Zulia, activadas las universidades de Carabobo y Oriente y decretados el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, la Universidad Centro-Occidental "Lisandro Alvarado" y el Instituto Politécnico de Barquisimeto. 
CULTURA: fueron creados un total de 126 bibliotecas y 5 museos. SALUD: se pusieron en servicio 29 hospitales, algunos de los cuales son: Luis Gómez López, Oncológico Padre Machado, Pediátrico Elías Toro, Militar Carlos Arvelo, Universitario de Maracaibo, Ildemaro Salas, Francisco Risquez (Caracas), Psiquiátrico El Peñón; Naval Raúl Perdomo Hurtado y Luis Razetti (Barcelona). Además, se transfirieron al sector público el Pediátrico Jesús García Coello y la Maternidad Santa Ana. 
AMBIENTE: fueron decretados 3 parques nacionales: Yurubí. Yacambú y Canaima.
AGRICULTURA: se comenzó la reforma agraria en gran escala a partir de 1960 con la cual se logró afectar 1514200 hectáreas de tierras, provenientes de latifundios, para adjudicárselas a los campesinos; además la superficie bajo regadío creció en 31400 hectáreas. 
EMBALSES: se inició la construcción de 17 embalses: Agua Fría, Guataparo, La Asunción, La Mariposa, San Juan, Taiguaiguay, Quebrada Seca, Lagartijo, Guanapito, Las Majaguas, El Isiro, Santa Clara, Mapara, Guri, el más grande del país, Camatagua, Clavellinos y El Pilar y se culminaron El Corozo, Pueblo Viejo y Macagua. 
ELECTRICIDAD: la capacidad instalada de generación eléctrica aumentó en 1006 megavatios, con lo cual se duplicó la existente hasta 1958. 
AGUA: el suministro de agua potable creció en 72 millones de metros cúbicos. 
CLOACAS: la población con este servicio se elevó en más de 500000 habitantes. TRANSPORTE: fueron construidos 3274,9 kilómetros de nuevas carreteras y asfaltados 6956 kilómetros, esta última la mayor cifra en la historia del país. Algunas obras iniciadas o concluidas fueron: las autopistas Regional del Centro (tramo Coche-La Tejerías), Valencia-Puerto Cabello, Charallave, Prados del Este y Norte-Sur (Caracas); las intercomunales Cabimas-Lagunillas, Barcelona-Puerto La Cruz y Antímano; las avenidas Libertador (Caracas) y Circunvalación Nº 1 (Maracaibo); los distribuidores El Pulpo y La Araña; los puentes María Nieves (Guárico-Apure), Simón Bolívar (Venezuela-Colombia), Rafael Urdaneta (Lago de Maracaibo), el más grande del país, La Restinga (Nueva Esparta), el primer puente sobre el Caroní y se dejó en construcción el puente Angostura; los túneles La Cabrera, Los Ocumitos y La Planicie; los aeropuertos de Barquisimeto, Cabimas y Ciudad Guayana y se dejó en construcción el aeropuerto de La Chinita en Maracaibo. 
VIVIENDAS. Fueron construidas por parte del sector público un total de 33892 viviendas y se comenzó en 1959 el Programa Nacional de Vivienda Rural, destacando que nadie antes había gestionado casas para los campesinos. Estos datos lo transforman sin lugar a dudas en el más grande estadista de Venezuela.

*
** http://obrasdelademocraciavenezolana.blogspot.com/ 

jueves, 28 de noviembre de 2013

Abogado José Francisco Heredia, "Paradigma de rectitud y idoneidad"

Eumenes Fuguet Borregales (*)

En esta oportunidad nos referiremos al abogado José Francisco Heredia,
historiador, políglota, humanista e idóneo funcionario colonial,
reflejo del deber ser en cuanto al fiel y exacto cumplimiento de las
funciones públicas, a las cuales está obligado quien realice
actividades en beneficio de la comunidad, sea cual fuere su
especialidad, cargo u oficio.
El destacado escritor trujillano Mario Briceño Iragorry (1897-1958),
publicó en 1947 su valiosa obra “El Regente Heredia o la Piedad
heroica”, en ella refleja la vida y obra del jurista dominicano José
Francisco Heredia. Trabajo literario con el cual recibió ese año el
Premio Nacional de Literatura, mientras que la Academia Nacional de la
Lengua le otorgó la Medalla de Oro como el mejor libro del año;
escrito que precisó ser reeditado en dos ocasiones, algo casi inédito
en la época. Hijo de Manuel Heredia y Doña María Francisca Mieses
nació en Santo Domingo el 1ro. de diciembre de 1776; egresa con el
título de abogado en la Real y Pontificia Universidad de Santo Domingo
en 1795, colateralmente estudiaba idiomas los cuales dominaba con
facilidad. Llegó a Coro en 1801. Se traslada a Maracaibo, donde
contrae matrimonio con su prima María Mercedes Heredia (1782-1855) el
2 de agosto de ese año.
En marzo de 1803 regresa a Cuba donde nace el 31 de diciembre su hijo
José María conocido como El Poeta de la Libertad. El abogado Heredia
permaneció en Cuba hasta junio de 1806, al ser comisionado a Pensacola
-Florida hasta octubre de 1809 fecha de retorno a Cuba. Designado
Oidor de la Regencia de Caracas, debido a los sucesos del 19 de abril
de 1810, a la formación de La Junta Suprema Conservadora de los
Derechos de Fernando VII, y la expulsión de las autoridades españolas,
se dirige a Coro en poder de los realistas, permaneciendo en la ciudad
Raíz de Venezuela. Debido a quebrantos de salud se dirige a Santo
Domingo en enero de 1811. Nuestro biografiado es considerado el primer
defensor del generalísimo Francisco de Miranda, a tal fin reclamaba
indignado el trato injusto, antijurídico y antihumano que se le había
dado al "más Universal e los venezolanos", a quien titulaba "El gran
promovedor de la independencia del continente colombiano".
A pesar de ser funcionario de la corona española conceptuaba al
capitán de fragata Domingo Monteverde capitán general de Venezuela,
como un "Usurpador del empleo que decía ejercer", igualmente Heredia
decía que: "las actuaciones de Monteverde era un funesto preludio y
origen de todas las ilegalidades y desgracias, de que ha sido y está
siendo víctima la infeliz Venezuela. Este digno jurista se enfrentaba
a los jefes realistas con el peso moral que le daba la ley, la
rectitud y la verdad.
Encontrándose en Santo Domingo recibió instrucciones en junio de 1812
de dirigirse nuevamente a Venezuela bajo control de Monteverde. El 7
de agosto se instala en Valencia la Real Audiencia, teniendo
forzadamente que suspender las actividades en octubre de 1813, a causa
del avance exitoso desde Cúcuta de Bolívar en la Campaña Admirable;
las actividades se reanudan en Puerto Cabello en octubre de 1814;
cesan de nuevo las funciones en mayo de 1815 por orden de Pablo
Morillo; reanudadas en mayo de 1816 por disposición de Fernando VII.
Durante su estada en Venezuela de cinco años y cuatro meses, período
comprendido entre 1812 a 1817, Heredia aplicaba sus actuaciones de
Regente apegadas a las normativas vigentes, a sabiendas de las
oposiciones de los gobernantes que cumplían instrucciones de la corona
española; Boves por ejemplo torturaba y fusilaba sin considerar el
aspecto legal que podía asesorarle el doctor Heredia.

Contra todo derecho fueron a parar a las cárceles en especial la de
Puerto Cabello y La Guaira, cantidades de ciudadanos, cuyo único
delito era el ser simpatizante de la causa republicana; entre algunos
de los beneficiados con autorización de la Real Audiencia de Cádiz,
mencionamos a Francisco Javier Ustáriz, Vicente Salías y Miguel José
Sanz. Por disposición de Morillo Heredia fue enviado a México; salió
de Puerto Cabello el 7 de diciembre de 1817. Entre 1818 y 1820 se
dedicó a escribir sus famosas "Memorias sobre las revoluciones de
Venezuela", importante testimonio de un momento histórico que llena un
vacío originado por la destrucción de los archivos de la Real
Audiencia de Venezuela a causa de la guerra emancipadora. Memorias
publicadas en 1895 por el escritor cubano Enrique Piñero, y luego por
nuestro paisano Rufino Blanco Fombona (1874-1944), director de la
Editorial América en Madrid. Fallece en México el 30 de octubre de
1820; sus amigos cercanos tuvieron que recoger fondos para enterrar a
este excepcional servidor público. Don Andrés Bello (1781-1865), fue
de los primeros en resaltar la brillante actuación y comportamiento
moral de Heredia, lección permanente de profesionalismo y ética.

(*) Gral. de Bgda
  churuguarero77@gmail.com
@eumenesfuguet

Historia y Tradición

sábado, 23 de noviembre de 2013

Parte. III y última. ¿A qué acuerdo llego el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, ante la reclamación de la Guayana Esequiba?

Oscar José Márquez*
El asunto del Esequibo sera eliminado del marco de las relaciones sociales políticas y económicas-Georgetown, 20 de febrero de 2004   



En la parte anterior señalámos que  el Sr. Presidente Hugo Rafal Chávez Frías. Debió de consultar ampliamente con los diferentes sectores de la vida pública, Tan delicado y sensible tema  como lo es  el reconocimiento de  la existencia de:
 Primero:   de una delimitación marítima con Guyana, sin resolver antes   la reclamación de los territorios al Oeste del río Esequibo sujetos al Acuerdo de Ginebra ya que este tema está pendiente porque  era,  es y será un factor de negociación frente a las pretensiones, y frente a la negativa de los Gobiernos Guyaneses de sentarse a NEGOCIAR, al  compromiso adquirido por las partes de:
“…buscar soluciones satisfactorias para el arreglo practico de la controversia…”
Y en Segundo lugar: Igualmente  el ahora Presidente Sr. Nicolás Maduro, está obligado a realizar esta consulta, frente a última Declaración Conjunta Venezuela-Guyana firmada.  El pasado  17 de Octubre, en Puerto España Trinidad ya que   al comprometerse ambas naciones  al  fijar un lapso de   cuatro meses para que un equipo técnico se reúna, para intercambiar opiniones, sobre la referida delimitación marítima. Está comprometiendo  decididamente a la Nación venezolana, apartando, desechando y negando si se quiere  todos y cada una de las negociaciones y acuerdos efectuados a lo largo de los años especialmente entre los años de 1962-2002.
En este sentido el Presidente Sr. Nicolás Maduro, está obligado, así como debió de hacerlo el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.  Ahora   por la frase  “…explorar mecanismos para abordar el tema de la delimitación marítima..”  Ampliamente con todos los sectores
O en su defecto,  activar los mecanismos establecidos en  la constitución de 1999, en el capítulo IV De los Derechos Políticos y del Referendo Popular  de la  Sección Segunda: que establece en su  Artículo 71. Que en las “….materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el registro civil y electoral…”
Sin esta consulta a la Nación venezolana,  no puede ni debe de haber ni siquiera  “...un equipo técnico se reúna para intercambiar opiniones al respecto…” y menos aun firmar un tratado de  delimitación, en la fachada Atlántica venezolana.  En vista que no está resuelto el principal problema que es la cuestión de la invalidez de la Sentencia 03-10-1899. Sujeta a Acuerdo de Ginebra de 17 de febrero de 1966, que en su Artículo I. Señala:   “…Con el encargo de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo practico…”
Todo lo anterior de alguna manera está respaldado,  por la Corte Internacional de Justicia (CIJ),  en su fallo en el caso de la Plataforma Continental entre Alemania Federal vs los Reinos de Dinamarca y los Países Bajos, el 20 de febrero de 1969  (párrafo. 96). Sentencia que señala que el mar requiere el "…permiso" de la tierra...”  “…LA TIERRA DOMINA EL MAR…”, como lo señalamos  anteriormente.
A menos que exista  una  decisión política  un  compromiso un  acuerdo al respecto,  como parece serlo:  Al tomar como base de la negociación de la delimitación marítima el hito de  Punta playa ubicado inicialmente  a 8º 33´ 22´´,  de Latitud Norte  y a 59º  59 48´´ de longitud al occidente Greenwich.  Punto este que la Nación Venezolana se vio obligada a  demarcar ante las amenazas del Reino Unido de la Gran Bretaña de hacerlo unilateralmente
Al señalar el Foreign Office, al Gobierno venezolano  prácticamente a través de un ultimátum, que si antes de del 03 de junio de 1900: “…es decir, al terminar ocho meses de la expedición del Laudo, el Gobierno de su Majestad procederá de una vez a colocar señales a lo largo de la línea  fronteriza…”.
Por cierto el Hito de Punta Playa al igual que el Hito número uno en Castillete  en la frontera con Colombia.  Al levantarse  en  1900.  No  estaba a la orilla del mar,   pero años más tarde producto del fuerte oleaje y del  flujo y reflujo de las   mareas.  El mar se lo llevo penetrando  tierra adentro, estableciendo un nuevo punto, en 1911,  tema este del cual nos referiremos próximamente
Apreciamos que  la pobre, mísera  y palúdica Venezuela de principios del siglo XX, se vio forzada a participar en esta demarcación que estableció una línea de frontera De facto o provisional.  Al NO reconocer la Nación venezolana  la referida sentencia 03 de octubre de 1899, del Tribunal Arbitral de París que le despojo de los territorios al Oeste del río Esequibo.
De hecho los ingleses iniciaron la demarcación sin la presencia de los representantes  de la  comisión venezolana. Y custodiados por un buque de guerra británico establecieron  y construyeron el  hito de Punta de Playa,  objeto de  nuestra cuestión como lo señalaremos más adelante.
Para quienes creen  que fue un error participar,  en la demarcación a la luz de la sentencia arbitral,   del derecho internacional,  de las causas,  circunstancias y consecuencias en  su contexto histórico,  muy bien puede ser ampliamente debatida. La comisión venezolana solo  pudo integrarse a la  inglesa,  cincuenta  y cuatro días más tarde a mediados de noviembre de ese año de 1900. 
Veníamos señalando que existe una decisión política o un  compromiso,   al tomar como base de la negociación de la delimitación marítima el hito de  Punta playa. Compromiso este que seguramente fue adquirido por el Presidente Hugo R. Chávez.

Recorte de prensa digitalizado del 02 de octubre de 2012


Determinamos este compromiso en   base a que doce  días más tarde el 2 de octubre a  la firma de la Declaración Conjunta del 30 de septiembre de 2011. Entre los Cancilleres de Venezuela y Guyana, el diario El Nacional se hizo  eco de la siguiente información,  Gobierno ignora reclamación del Esequibo en Ley del Presupuesto. En su artículo Armando Avellaneda, reproduce  a su vez la información: que aparece en la Pagina 41 de la Ley de Presupuesto del 2012,  que señala:
“…El Ejecutivo Nacional enrumba sus planes geopolíticos a la delimitación de aguas marinas y submarinas en el Océano Atlántico a través de las líneas de bases rectas Aguarapiche a Punta Playa desde el estado Delta Amacuro, mediante el establecimiento de negociaciones con la República de Guyana  a través del Despacho del Ministerio del Poder Popular de las Relaciones Exteriores, a fin de asegurar la salida al Atlántico desde el Delta del Orinoco, y así lograr una extensión legítima de 200 millas en el mar territorial…”. http://www.contextotmt.net/base/krafts/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=32219





Por otra parte La  Ley de  Presupuesto del 2012, en su índice nos señala en su  Capitulo  3, parte 3. Aspectos Generales y en el Sub punto 3.1 Lineamientos Estratégicos Pág. 39, en cual señala entre otras cosas.  “ … De este modo y como señala el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, la actuación del Ejecutivo Nacional  se circunscribe sobre siete líneas estratégicas centradas en: Nueva Ética Socialista, Suprema Felicidad Social, Democracia Protagónica Revolucionaria, Modelo Productivo Socialista, Nueva Geopolítica Nacional, Venezuela: Potencia Energética Mundial, y Nueva Geopolítica Internacional...". 

Como podemos apreciar el estado bolivariano-socialista de Siglo XXI, es claro, preciso y categórico, al señalar  cuales son sus líneas estratégicas entre ellas la de la Nueva Geopolítica Internacional 



En su página 41 estampa:
 “…En el mismo orden de ideas, el Ejecutivo Nacional enrumba sus planes geopolíticos a la delimitación de las aguas marinas y submarinas en el Océano Atlántico, a través del trazado de las líneas bases rectas Aguarapiche a Punta Playa desde el estado Delta Amacuro, mediante el establecimiento de negociaciones con la República de Guyana, a través del Despacho del Ministerio del Poder Popular de Relaciones Exteriores, a fin de asegurar la salida al Atlántico desde el Delta del Orinoco, y así lograr una extensión legítima de 200 millas en el mar territorial…”.


A pesar de un informe técnico, dentro de la Asamblea Nacional exponiendo el caso y recomendado  que el mismo fuese  suprimido no se hizo. Procediéndose   a su publicación  y distribución.  
¿Es Punta Playa el Punto  base,  para la delimitación marítima con la República Cooperativa de Guyana? 
Al analizar este plan geopolítico  de un Gobierno supuestamente  Bolivariano y socialista  del siglo XXI. Este nos indica que fue  redactado por personas que saben perfectamente  su significado,  lo que aspiran, y lo que ceden o renuncian,  por  sus  implicación sobre el espacio territorial venezolano. Este párrafo  se refiere a la utilización de términos  eminentemente, técnicos, jurídicos y geográficos:

 1ero. Técnicos : Geopolítica que según el sueco Rudolf Kjellén,   creador de  ella  la señala como “…La doctrina del Estado en calidad de organismo geográfico… …a la mejor compresión del ser del Estado, mientras que la Geografía Política estudia la tierra como morada de las poblaciones humanas en sus relaciones con las demás propiedades de aquella…”.
Una vez más encontramos una evidente  contradicción   del Socialismo del Siglo XXI, versus  la doctrina del uti possidetis bolivariano. En vista que se señala contrario a la Geopolítica que  el Ejecutivo Nacional “…enrumba sus planes geopolíticos a la delimitación de aguas marinas y submarinas en el Océano Atlántico a través de las líneas de bases rectas Aguarapiche a Punta Playa…”,  En contra de la esencia de la integridad territorial venezolana. al establecer este objetivo en base a una de sus líneas estratégicas según el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007 - 2013. 
Pareciera ser que es la primera vez que un Gobierno utiliza la Geopolítica en contra del  mismo Estado que representa.
Las líneas de bases rectas,  concepto eminente técnico, al  cual la comisión   Internacional de las Naciones Unidas  le dedico  especial interés. Creando un Comité   de Expertos    que estudio,  cada una de las posibles  soluciones para una delimitación,   como lo eran la de prolongar mar adentro la frontera terrestre, cuando esa línea de límite terrestre corta en ángulo recto; la de una línea perpendicular a la costa en el punto en que el limite terrestre llaga al mar;  la del empleo del paralelo geográfico que pasa por el mismo punto, y la de la línea perpendicular a la dirección general de la costa; y de una línea perpendicular a la dirección general de la costa.
Estudios y propuestas  estas que  fueron  sometidas  a consideración de la Asamblea General de la ONU. Quedando constituidos en tres factores fundamentales  1ro. Acuerdo entre las Partes. 2do.  Falta de acuerdo entre las partes,  la línea media o equidistante modera por la clausula de circunstancias especiales. 3ero. Un recurso claro y definido ante la Corte Internacional de Justicia con sede en la Haya, si la invocación de la Cláusula de Circunstancias Especiales u otro factor lleva a frustrar definitivamente las conversaciones directas.
Discutidas las formulas de la comisión del Comité   de Expertos  en la Conferencia del Mar, Venezuela desde un principio se mostro adversa al principio de la equidistancia, en razón de que   esa línea conducía a realizar una división por mitad, de las zona de acaballamiento adyacentes a las costas enfrentadas de dos o más estados. La representación  Venezolana  a su vez tampoco era partidaria del recurso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) debido su lamentable experiencia.
Los representantes venezolanos  expusieron  sus argumentos en defensa   de las conversaciones  directas entre las partes  y los medios de solución pacífica,   como  los diplomáticos y los que obligan a una decisión.  Hasta agotarlos los mismos escalonadamente.  Planteamientos estos que no le fueron aceptados. El rechazo de Venezuela a La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar,     se baso específicamente al contenido de  los   Artículos  15,74, y 83. Así como el al artículo 121, numeral 3, también objetado por Venezuela.
http://www.cinu.org.mx/temas/Derint/convemar_es.pdf
Después de  más de veinte  años de negociación, se aprobó el  proyecto de La Convención del  Mar, hoy Ley Universal, con más de ciento treinta  votos a favor,  diez y siete abstenciones  y cuatro en contra Estado Unidos, Turquía, Israel y Venezuela.  Nuestro país prácticamente fue el único,  que en defensa de  su integridad territorial, rechazo abiertamente  la Convención sobre el Derecho del Mar que por cierto llevaría el nombre de La Convención de Caracas, en honor a la Nación  que acogió en su territorio esa iniciativa en 1973.
2ero. Geográficos -  toponímicos  Aguarapiche punto geográfico en el Estado Delta Amacuro a los 92° 29´ 00´´ Latitud Norte y 60° 55´ 00´´ Longitud Oeste,    nombre desconocido para el común de los venezolanos.   Punta Playa,  ubicada en la coordenadas  8° 55´ Latitud Norte y 59° 98´ Longitud Oeste,     igualmente con la salvedad de los estudiosos del tema y  del estampado en  la cartografía nacional cuyo nombre aparece en los mapas apenas perceptiblemente. Punto este que por recomendaciones de la Oficina internacional de la Hora, con sede en París Francia,   que por sus  recomendaciones   fue escogido por el Gobierno Nacional para que se decretase el 01 de  enero de 1965. La escogencia del meridiano 60°, que pasa por Punta Playa en ese entonces Territorio Delta Amacuro como el Meridiano que daría la hora legal en Venezuela lo cual fue cambiado posteriormente.     
3ero Jurídico.   a fin de asegurar la salida al Atlántico desde el Delta del Orinoco, al respecto Venezuela, con la Firma del Tratado de Delimitación Marítima con Trinidad,  el cual le fue beneficioso ya que se garantiza su salida libre  al  Atlántico, ante lo peor de los escenarios. 
Con los  antecedentes de  que Venezuela NO, es signataria de la Convención  sobre los Derechos del Mar, y  por tanto no la obliga. Mientras que  a Guyana si por ser  signataria.
Nos preguntamos ¿cómo y de qué forma?  “...un equipo técnico se reunirá  para intercambiar opiniones al respecto…” ¿qué método escogerán? ¿Cómo van  a van a intercambiar las opiniones? ¿Acaso ya tienen por todos los antecedentes,  señalados un papel de trabajo?
Cuando cualquier tipo de delimitación en el extremo oriental venezolano, servirá de antecedente ante la comunidad internacional frente a la delimitación pendiente de áreas marinas y submarinas con Colombia, en el  extremo occidental.  Lo que  beneficia a la República de Venezuela en ese extremo occidental,   por la tesis de la línea de prolongación de la  frontera terrestre. Al proyectarse el hito No. 1 en Castillete (por cierto no está a la orilla del mar),  en sentido noreste

La perjudica en Punta Playa al estar la prolongación de la línea Esequiba,   de facto  o  limite transitorio, del Laudo de París de  1899 (Provisional), acostada al inclinarse hacia el noroeste por debajo de los 35°.   Situación esta que explicaremos próximamente.
Todos estos argumentos nos conducen a  responder  la pregunta que nos hicimos sobre: ¿A qué acuerdo llego el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías,  ante la  reclamación de la Guayana Esequiba?
Esta repuesta  es simplemente y llanamente   un  acuerdo  para tomar, como punto base para una delimitación marítima con la República Cooperativa de Guyana a Punta Playa. No existe otra repuesta al reunir todos los antecedentes,  y evidencias.  Con lo que se podría materializar  una posible delimitación marítima en perjuicio de la reclamación,  reivindicación, recuperación,  integración o unificación  de los territorios al Oeste del río Esequibo, conocidos como la Guayana Esequiba. 
Razón, o evidencia esta documental elaborada por un ente oficial del Estado venezolano. Nos preguntamos ¿Por qué motivo o razón se introdujo este párrafo en la Ley de Presupuesto del 2012? ¿Quién dio las sugerencias y las órdenes de hacerlo?  ¿Vinieron acaso de la Presidencia?
Documento este que se introduce ante otro poder de la República como lo es el Legislativo,  (la Asamblea Nacional).  Por la cual estamos plenamente convencidos de  este compromiso por parte del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Este idea de buscar  “… la delimitación de aguas marinas y submarinas en el Océano Atlántico a través de las líneas de bases rectas Aguarapiche a Punta Playa…”. Pacto o  Compromiso bien pude ser impugnado, al derivarse cualquier ante proyecto y proyecto  de negociación de la Aéreas Marinas y Submarinas entre Venezuela y Guyana.    
En razón del contexto histórico, político y social  que para esa fecha   atravesaba el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.    Al  encontrarse  muy delicado de salud  esto puede  ser algún día  corroborado.  Ante un posible  desenlace fatal previsto,  a pesar de su férrea lucha por vivir, y de las atenciones y cuidados médicos, estaba obnubilizado,   no veía la realidad.
Como ser humano frente a las grades responsabilidades y presiones a la que estaba sometido como Primer Magistrado del país, desde hacía meses estaba incapacitado para conducir los destinos de la Nación venezolana.  Por ello de alguna manera todas  a o algunas de sus actuaciones desde que se le diagnostico su enfermedad bien pueden ser revisadas,  cuestionadas e impugnadas, es cuestión de tiempo que se sepa la verdad.
Y menos aún podía  diferenciar  cuales eran los interés de la República como bien lo señalo: “en función del interés nacional venezolano, en función de la política de integración de la América latina y del Caribe en función de la paz de en función del desarrollo…” http://www.youtube.com/watch?v=kFq3BbKmgDg
De reconocer en la Declaración Conjunta del 30 de septiembre de 2011,  que está pendiente  una delimitación marítima frente a una reclamación territorial y  lo que es peor  parte del Presidente Nicolás Maduro  de autorizar a su  canciller  a firmar otra Declaración Conjunta, que fija   fechas para que las comisiones técnicas se reúnan.
Al respecto esos intereses señalado por Hugo R. Chávez Frías   no,   son lamentablemente los intereses y objetivos nacionales. A menos sean los de una persona que estableció un sistema llamado socialismo del Siglo XXI, imperante en Venezuela a través de una supuesta revolución bolivariana, que a todas luces no honra su nombre,  ni al que le impusieron a la República.  Al desconocer utis possidetis jure o el uti possidetis bolivariano, como bien lo señala Thibaldo González en su obra Bolívar y su Doctrina Internacional sobre Límites Territoriales,  “…el uti possidetis bolivariano sanciona la posesión actual y coexistente al de 1810 y su continuidad en las situaciones territoriales, es decir, que mantiene el sistema colonial de límites, aunque desde luego, con un régimen político-administrativo distinto…”.
En este sentido del  Interés Nacional, al respecto P.A Reynolds, en su obra Introducción al Estudio de las Relaciones Internacionales,   señala  que es posible distinguir dos sentidos en los cuales una política pude ser calificada de buena o mala: “… primero,  en razón los objetivos que intente conseguir se ajusten o no al interés nacional; segundo, en razón de que las acciones para alcanzar esos objetivos sean adecuadas o inadecuadas…”
Y que por lo tanto “…una política exterior puede estar bien concebida en cuanto a sus objetivos y ser, sin embargo mal ejecutada, siendo frecuente que se intente excusar toda clase de tropiezos con la expresión de que se está actuando por interés nacional…”
 Esto fue precisamente lo que sucedió  con los  Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y ahora Nicolás Maduro en  su política exterior,  ante  la República Cooperativa de Guyana.  Frente a la reclamación de  los territorios al Oeste del río Esequibo conocidos como la  Zona en Reclamación Guayana Esequiba, Territorio Esequibo, Territorio en Reclamación,    Zona en Litigio,  Zona en Controversia o simplemente Esequibo, sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de Febrero de 1966.
Reclamación esta que  se pretende desconocer por un acuerdo a espaldas de la sociedad venezolana,  al fijar como Punto Base,   Punta Playa,  para la negociación de la delimitación Marítima como lo hemos señalado, de acuerdo a lo asentado  en  Ley de presupuesto del 2012.

Se autoriza la reproducción total o parcial del texto, siempre y cuando se cite la fuente, autor. 
Reproduction of the tex or pasr of it is aothorisedprovided that the source is a acknowledged



domingo, 17 de noviembre de 2013

Don Pedro Grases y Don Vicente Lecuna

David R. Chacón Rodríguez / Carlos Maldonado-Bourgoin
 Fundación Pedro Grases.
 

El presente texto es un extracto del texto que escribimos para la 
Fundación Venezuela Positiva para el libro 
Las peñas y las tertulias: puente de saber, cultura y cordialidad.

Escribir del Maestro Pedro Grases, sobre las tertulias efectuadas y
 llevadas a cabo por él en su casa de La Florida y, por sobre todo, en la 
quinta Vilafranca de La Castellana, es hablar de lo “afirmativo venezolano”.
 El Municipio Chacao puso nombre calle Don Pedro Grases para signar la 
importancia de la casa, una de las primeras de la urbanización, donde el
 humanista catalán–venezolano desarrolló el hábito positivo de saber 
conversar, donde estuvo la sede de la Secretaría de la Comisión de las
 Obras Completas de Andrés Bello, que fue centro de investigación
 documental y bibliográfica, y donde además estuvo albergada la 
importante biblioteca temática, donada a Venezuela y a la Universidad
 Metropolitana por Grases.

El Dr. Pedro Grases llega a Venezuela en agosto de 1937, escapó
 milagrosamente de la muerte al inicio de la guerra civil española. El arte de
 tertuliar lo manejaba el joven abogado y humanista en su villa natal,
Vilafranca del Penedés, en Barcelona y en Madrid. Algunas fotografías
 permiten un viaje por la época de las vanguardias: Pedro Grases junto a 
Ramón Gómez de la Serna en tertulia de café en 1934, recuerda el cuadro 
de José Gutiérrez Solana La tertulia del Café Pombo; en dicha pintura está 
representado Pedro Emilio Coll en compañía de figuras de las letras y de
 las artes españolas.

Durante su permanencia en la Universidad de Harvard como Profesor Invitado, Pedro Grases en tertulias con figuras de las letras como Amado Alonso y Jorge Guillén fue afinando uno de sus grandes proyectos de vida, el estudio de la grandiosa obra del humanista de América, Don Andrés Bello.

La tertulia sabatina de Pedro Grases era indiscutible e inobjetable referencia cultural. Don Pedro fue un devoto de la amistad, cuando en 1980, fue entrevistado por el internacionalmente conocido periodista español Joaquín Soler Serrano para la serie A Fondo pregunta al Maestro Grases sobre la actividad. Él la define como “un sitio donde se reunían una pluralidad de gentes de diferentes ramas y profesiones, para estar informados, hacer culto a la amistad y tratar entre otros, la situación política del país y del mundo, temas históricos, estéticos y literarios, a cambio de amistad, café y libros” – A las doce del día del sábado todo el mundo está afuera para dedicarme a la familia y al fútbol”–.

Las tertulias de Vicente Lecuna
En el momento que el Dr. Pedro Grases organizó la Primera Exposición del Libro Venezolano desde 1808 hasta 1830, con la colaboración del Ateneo de Caracas, don Manuel Segundo Sánchez le sugirió que para mejorar la colección pidiera al Dr. Vicente Lecuna el préstamo de los impresos que poseía relativos al período en cuestión.

Siguiendo el consejo, don Pedro lo visitó en su oficina en la Presidencia del Banco de Venezuela. Al ser recibido, el Dr. Lecuna escuchó pacientemente su petición y lo despachó de sopetón y sin ninguna explicación le dijo: no tengo tiempo, joven. Acongojado por el fracaso, le confesó esta falta de atención a don Manuel, expresándole que no volvería a ver a este hombre tan brusco y malhumorado, finalmente, con el tiempo, don Pedro olvidó el desagradable percance y ante las continuas insistencias de don Manuel acordó acudir a la tertulia que reunía al Dr. Lecuna en su casa de habitación situada en la esquina de Reducto, los domingos en la mañana. A ella asistían “un grupo selecto de hombres de letras, de historiadores, y de hombres de acción ciudadana, con los cuales compartía inquietudes, alegrías y pesares. He aquí algunos nombres: Manuel Segundo Sánchez, Luis Alberto Sucre, Nicolás Eugenio Navarro, Carlos Borges, Luis Correa, Román Cárdenas, Alberto Adriani, Julio Planchart, Eduardo Carreño, Gumersindo Torres, Tito Salas, Guillermo Tell Villegas Pulido, Esteban Gil Borges, Rufino Blanco Fombona, Cristóbal L. Mendoza. Sorprende el trato y afinidad del Dr. Lecuna con personas tan dispares, por ejemplo, como la exquisita Teresa de la Parra y el ceñudo Rufino Blanco Fombona, seres unidos a Lecuna por la misma comunión: el amor a Bolívar".

Durante una de las discusiones que generalmente se suscitaban, Pedro Grases intervino y al despedirse el Dr. Lecuna, le dijo: Usted vendrá cada domingo, pues hay asuntos que conoce mejor que nosotros.

De esta manera las asperezas se limaron, transformándose su relación en cordialidad, admiración y sincera amistad.

El Maestro Pedro Grases comprometido con su tiempo, fue un hombre de diálogo, que vivió su época, que opinó y que pensó siempre a la vista del repertorio de problemas que su circunstancia le propuso. Fue un hombre situado a la altura del momento y desde ese nivel juzgaba y escribía a su modo, desechando toda tendencia arbitraria y dogmática, demostrando así, una lección de honradez de pensamiento y fidelidad a su propia vocación que ejercitaba “sin prisa, sin pausa, pero con constancia”. He ahí su grandeza.


domingo, 10 de noviembre de 2013

El Doctor Teófilo Rodríguez. Breves datos biografícos


David R. Chacón Rodríguez*



Teófilo Rodríguez fue uno de esos caraqueños ejemplares que vivió consagrado al estudio y divulgación de la cultura nacional. Con igual pasión cultivó el derecho, la docencia, la historia, el periodismo, la oratoria, el ensayo, la poesía, y el folklore, y por sus relevantes méritos fue condecorado el 3 de julio de 1888, con la Medalla en honor de Instrucción Pública para premiar los servicios prestados y méritos adquiridos en estos importantes ramos.



En su larga hoja de servicios a la nación, se destaca como miembro fundador de la Academia Nacional de la Historia, e individuo de Número de la correspondiente a la Lengua española; Jurado por la Facultad de Ciencias Eclesiásticas en el Certamen Literario promovido con motivo del cumplimiento del Primer Centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar; Inspector General de los Exámenes del Distrito Federal; Miembro Principal de la Junta departamental, parroquial y vecinal del Distrito Federal en el Estado Bolívar, representando la Parroquia Santa Rosalía; Miembro de la Junta de Administración Escolar de la Escuela Politécnica de Caracas; miembro activo de la Academia de Ciencias y Bellas Letras denominada Ateneo de Caracas[1]; miembro de la Junta que ha de formular el programa de los festejos para la celebración del Centenario del Gran Mariscal de Ayacucho; miembro de la Junta para la celebración del Centenario del Gran Mariscal de Ayacucho; miembro de la Comisión creada para organizar el Museo Boliviano; Orador de Orden en la Junta Pública que se celebró con motivo de cumplirse el 28 de octubre de 1891, el tercer aniversario de la fundación de la Academia Nacional de la Historia; Diputado en la Legislatura del Estado Bolívar; Juez del Crimen; Magistrado de la Corte Suprema de Justicia; Ministro de la Corte de Casación; Presidente de la Corte Superior del Distrito; Presidente de la Corte Superior del Estado Bolívar y Presidente de la Corte Suprema del Distrito Federal.

Nace en Caracas, el 4 de septiembre de 1843[2], del matrimonio de Juan Feliciano Rodríguez y Amelia Rodríguez Comíns. Es bautizado el 21 de julio 1845, por el presbítero José Trinidad Lozada con el nombre de Teófilo Rosalio, en la Iglesia parroquial de San Pablo de Caracas. Fue su padrino Don Francisco Díaz[3].



A la edad de 11 años,  comienza a cursar el 1º de septiembre de 1854, sus primeras letras en el Colegio de Santo Tomás[4], llamado posteriormente Colegio de Vargas. Este instituto estaba regido por Manuel María Urbaneja y Ramón Isidro Montes[5].  Entre sus profesores figuraron eminentes personalidades como: Agustín Aveledo, Gerónimo Eusebio Blanco, Manuel María Urbaneja, Eduardo Calcaño y Nicomedes Zuloaga.



El 24 de septiembre de 1860, con motivo de celebrarse en esa fecha el día de Nuestra Señora de la Merced,  advocación a la cual estaba dedicada el Colegio de Vargas se celebró la distribución de premios y por esa razón se realizó un acto literario en el que el Bachiller Teófilo Rodríguez disertó sobre el tema: Sin religión no hay Moral[6], igualmente fue escogido por el Director, Gerónimo Eusebio Blanco,  para que en compañía de los bachilleres Domingo Guzmán y Camilo Alfaro recibieran a los señores examinadores y demás concurrentes para darles colocación en los asientos que respectivamente les estaban  asignados.



El 1 de septiembre de 1860, inicia sus estudios superiores[7], habiéndose matriculado en la Universidad de Caracas para cursar las carreras de Derecho Canónico y Derecho Civil, las cuales concluye en 1870. A partir de entonces se consagra con vehemencia al cultivo de la jurisprudencia, donde alcanzaría su mayor renombre y prestigio. Su carrera docente comienza en 1863 cuando se desempeña como Vicedirector-Secretario del Colegio de Vargas[8], el cual estaba dirigido por el Doctor Rafael Villavicencio[9]. Allí imparte las cátedras de Geografía Elemental y Geografía General, luego, dos años más tarde, es catedrático de francés en el Colegio El Ávila.



El 23 de septiembre de 1862, publica el Reglamento de La Oliva. Sociedad religiosa bajo la advocación de la gloriosa Asunción de Nuestra Señora a los Cielos[10].Caracas. Imprenta de Ramón Alcalde Piña. Del cual era su Presidente y Tomás Lander, su Secretario. Su objeto era el de crear fondos para celebrar anualmente una fiesta a la Asunción de María, en el templo parroquial de Altagracia, donde  aquella es venerada.



El 7 de enero de 1867, recibe el título de Doctor en Derecho Civil[11].



El 18 de marzo de 1866,  en compañía de Francisco de Paula Acosta, Agustín Aveledo, Manuel Vicente Díaz, Adolfo Ernst, Arístides Rojas y Luciano Urdaneta, funda la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales,[12] con el fin de realizar estudios sobre la historia

natural del país e impulsar su estudio. Allí formó parte de las comisiones de Zoología[13] y Mineralogía[14].



El  6 de Diciembre de 1866, recibe de manos del Doctor Carlos Arvelo, Rector de la Universidad Central de Venezuela el  título de Licenciado en Sagrados Cánones: Irregularitas ex crimine vel homicidio voluntario proveniens a jure divino procedit (St Paulus ad Titum, Cap 1 versiculo 6 y 7. 1ª a Timoteum, Capitulo 3, versiculo 2 y 10; y en Derecho Civil: Yn integuin rectitutio favet ecelessia.ut pote minoubus vigenti quinque annorum (Deduc cap 1 y 7 de in integrum restitutiones). Sus tesis en lengua latina versaron sobre:



1.- Restitutio proetoria non conceditur nisi causa non leavi (Mackeldey-Derecho Romano).



2.- Nepoti ab euroun avibus meliorati esse possirnt in tertio, etiam parentes viventes (ler 2, fol. 6, lib 5, recop).



3.-Sponsa a marito osculata prius quam matrimonium consumatum sit, jus habet medietati oarum quae maritus ejus illi donaverit[15] (ler 4, fol. 2, lib 5, N recop.).



Se matrícula en el Colegio de Abogados de la República de Venezuela, como abogado residente en el Distrito Federal. (Doctor en Ciencias Políticas).



Entre el 5 y el 11 de enero de 1868,  publica una elocuente remitido con el título "Una visita a dos tumbas" como réplica al artículo que tradujo el Doctor Adolfo Ernst tomado de la Gaceta Occidentale (Weser Zeitung) que apareció en el periódico "El Federalista" (Nº 1317) referente a la tumba de San Pedro Alejandrino.



Recién graduado, se le abren las puertas de la docencia universitaria, pues el 9 de mayo de 1870 es nombrado para desempeñar la Secretaria Rectoral de la Universidad Central de Venezuela[16], a pesar de que renuncia al cargo el 14 de diciembre de 1872, alterna la enseñanza en las facultades de Ciencias Políticas y Eclesiásticas, asumiendo la regencia de las cátedras de Derecho Público Eclesiástico, Derecho Canónico, Derecho Administrativo, Derecho Político y Sistema Federal, Derecho Español, Derecho Penal, Derecho Natural, Derecho Constitucional y Derecho Internacional Público, actividad que ejerce hasta poco antes de su muerte.



Su participación en la prensa nacional data con propiedad, desde 1865, cuando, a la edad de 22 años,  funda en compañía del Doctor Rafael Villavicencio  el periódico "El Amigo del Progreso. Religión, Ciencias, Literatura, Bellas Artes, Industria[17]", siendo éste el primer periódico Religioso, Científico y Literario que se publicó en Caracas; después nacieron "El Americano" y la "Revista Literaria" y a partir de esa fecha, su firma aparecerá en los más prestigiosos diarios y revistas del país, tales como los Anales de la Universidad; "El Ángel Guardián" Hebdomadario religioso, moral, científico y literario[18]; El Bolivarense de Petare; El Cojo Ilustrado; El Entreacto; El Patriota; La Opinión Nacional; La Tribuna de Petare[19]; La revista científica Vargasia[20] y en otros órganos del periodismo que acogieron sus escritos.

Sus inquietudes científicas hacen que sea uno de los fundadores, de la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales, creada el 18 de marzo de 1866, con el fin de realizar estudios sobre la historia natural del país e impulsar su estudio. Allí formó parte de las comisiones de Zoología y Mineralogía. Los otros miembros que le acompañaban fueron  Francisco de Paula Acosta, Agustín Aveledo, Manuel Vicente Díaz, Adolfo Ernst, Arístides Rojas y Luciano Urdaneta.



Igualmente forma parte del grupo fundador del Club Unionista de Venezuela, creado el 14 de octubre de 1866, con el laudable objeto de prestar su contingente a la paz y prosperidad de Venezuela y así, propender al mejoramiento moral y material del país, procurar que la nación esté bien representada en el exterior, y esforzarse en plantear en nuestro suelo una nueva escuela política, con prescindencia absoluta del pasado y teniendo únicamente en mira el porvenir. Esta asociación hace absoluta abstracción de las denominaciones y odiosidades que habían engendrado hasta ahora los partidos políticos. En compendio, ella procuraba el fomento de Venezuela y la unión cordial de sus habitantes[21].



El 8 de diciembre de 1867: En el acto de repartición de los premios de la ilustre Universidad pronuncia en el Templo de San Francisco, un sendo discurso planteando serias reformas educativas (citado por Rafael Villavicencio en el discurso pronunciado ante la ilustre Universidad Central, en el acto de repartición de los premios el 8 de enero de 1869[22].



A su fina pluma debemos la primera descripción de las famosas cuevas de San Juan de los Morros, visitadas por él en el año 1873.



En 1878,  participa con un artículo sobre el 19 de abril de 1810 en el Certamen Nacional Científico y Literario celebrado el 28 de octubre de 1877 por disposición del Gran Demócrata General Francisco Linares Alcántara, Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, en honor de la Memoria Excelsa de Bolívar. Caracas. Imprenta Nacional. 1878[23].



En 1880,  publica una elegía en prosa titulada A la memoria de la señorita Carmen Fombona. En Siempre-vivas en la tumba de de la señorita Carmen Fombona[24].



El 3 de febrero de 1881, nace de la unión con Avelina Meza, su único hijo, el cual llevará por nombre Blas Reinaldo[25].



Llama la atención que entre la larga lista de generaciones que figuraron entre sus alumnos,  destaca de manera especial el Doctor José Gil Fortoul, quien además de ser su alumno, realizó la  pasantía judicial  bajo su tutela, por espacio de dos años [26].



El 24 de julio de 1883,  en compañía del Doctor José Antonio Ponte, Dignísimo Arzobispo  de Caracas y Venezuela y Presidente de la Facultad de Ciencias Eclesiásticas de la Universidad Central y Ezequiel María González, Vicerrector de la Universidad, es nombrado jurado por la Facultad de Ciencias Eclesiásticas en el certamen literario promovido con motivo del cumplimiento del primer centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Los temas escogidos fueron:



1.- La influencia del catolicismo en la civilización de Venezuela.



2.- La indisolubilidad del matrimonio, base de la familia en la sociedad venezolana, como se preparó y ha conservado la moralidad de las costumbres públicas.



El  29 de marzo de 1884,  es nombrado por el Presidente de la República (Guzmán Blanco) Inspector General de los Exámenes que, al efecto de habilitar los estudios correspondientes al sexto año en  las carreras de Ciencias Políticas y de Medicina Legal [27].



Un contemporáneo suyo, el Doctor Felipe Tejera en su obra Perfiles Venezolanos (Caracas, 1888, pág 425-426), nos trazó este estupenda semblanza  gracias al cual podemos conocer los amables rasgos de su modesta figura y personalidad: "Teófilo Rodríguez es un caballero educado como pocas figuras en los altos salones; fino de porte y como vaciado en los moldes de la urbanidad de Carreño. Le adornan prendas extremadas como ciudadano y como amigo, y aunque de carácter un tanto meticuloso y desconfiado, sabe conservar la simpatía que desde luego se capta en el trato social, así por la pulcritud de su conducta como por la exquisita urbanidad de sus maneras". Otra visión de su consumada laboriosidad nos las las trasmite Don José Güell y Mercader (Hortensio) [28]  quien consigna su opinión de esta manera:"En sus tradiciones populares de Caracas, colección de artículos empezados a publicar en una revista venezolana, revela asimismo buena disposición para investigar y exponer noticias curiosas e interesantes, sin incurrir en el defecto de pesadez en que suelen caer los que este género literario cultivan".



Su contribución al estudio del folklore nacional queda plasmado en su obra "Tradiciones Populares". Colección de Crónicas y Leyendas Nacionales narrada por varios escritores patrios. impresa en Caracas en 1885, escritas con sencillez y agudeza, además, es autor de una serie de artículos y crónicas de costumbres, entre los cuales merecen citarse los intitulados: A orillas del mar; "Contribución al Folk-lore: Ligeras muestras de medicinas popular[29]; "Contribución al folk-lore: Sobre la frase dar calabazas[30]"; El Carretón de la Trinidad; El  Fantasma; El Hermano Penitente; El Hogar Campesino[31]; El Reloj de Piedra de San Jacinto[32]; "La ineludible Ley...[33]"; La Luz del Tirano de Aguirre; La Mula Maniatada; Los Espantos y Tesoros; Supersticiones relativas al matrimonio. (Extracto de un trabajo remitido a la Sociedad de Tradiciones Populares de París)[34]; Un editorial como otro cualquiera; Una hora de Meditación; una breve reseña biográfica del Doctor Gerónimo Eusebio Blanco Rivas (1819-1887). [35], "Fraternidad[36]",  "El 5 de julio"[37], "Con ocasión del centenario del natalicio de Bello[38]".



En 1885, publica su obra "Tradiciones Populares" Colección de Crónicas y Leyendas Nacionales narrada por varios escritores patrios. (Caracas. Imprenta Editorial (Este 6) 1885. 340, [4] p. 22 cm), correspondiente al folklore del centro del país. Obra que comenzó en 1871. Con esta obra ha hecho un verdadero servicio a la literatura nacional, pues ellas vienen a ser como bocetos de aquella época. Dicho libro contiene, aparte de algunas tradiciones nacionales debidas por su pluma, recoge otras de diversos escritores patrios.



El 3 de julio de 1888, se le concede la uso de la condecoración "Medalla en honor de Instrucción Pública" creada por Decreto  del 27 de enero de 1877, para premiar los servicios prestados y méritos adquiridos en este importante ramo[39] y seis días más tarde, con motivo de cumplirse el primer aniversario de la muerte del Ilustre Académico Doctor Gerónimo Eusebio Blanco publica en La Opinión Nacional[40] una necrología.



En compañía de Luis Espelozín edita en 1889 una obra con el título "Reformas Constitucionales".

Cuando el Presidente Juan Pablo Rojas Paúl establece en 1888 la Academia Nacional de la Historia, escoge su nombre para que como Individuo de Número ocupe el Sillón Letra R[41] y así premiar su alto prestigio como jurista (In utoque jure) y estudioso de la historia. Su vida académica fue igualmente fructífera, allí  realizó una brillante y lúcida actuación recibiendo la distinción de ser elegido Archivero-Anticuario[42]; Bibliotecario; Miembro de la Comisión de Anales[43]; Miembro de la Comisión de Cuentas[44], Miembro de la comisión permanente de Biblioteca; Tesorero[45] y Secretario en seis oportunidades46.

En 1890 se desempeña como Director de la Escuela Politécnica de Caracas, el primer liceo creado en nuestro país, conocido modernamente con el nombre de Liceo Andrés Bello. De esta época, el escritor Guillermo Cabrera Domínguez al hacer la historia de esta importante institución nos trasmite el siguiente perfil docente: "Hay una hermosa mañana y el profesor está leyendo a sus alumnos la hermosa fábula de Lafontaine El lobo y el cordero, con el fin de que éstos desarrollen un tema libre sobre su contenido. De repente hace su entrada en el salón de clases un presuntuoso y arrogante oficial quien, sin mucho miramiento y después del saludo de rigor, participa al profesor de parte de su coronel, que debe abandonar lo más pronto posible el recinto donde funciona esa escuela debido a que la casa en cuestión va a ser utilizada como cuartel. Seguidamente el engreído militar se marcha con evidente desenfado dejando al maestro y alumnos la oportunidad de comprobar con amargura la sabia moraleja de la fábula donde el más fuerte impone su condición al más endeble. Es la época en que los lobos se nutren de la flaqueza y debilidad de los corderos. Desde ese día Don Teófilo Rodríguez, que así de llama el nuevo Director, se ha concretado en buscar aquí y allá un nuevo local para su fábrica de sueños y al fin la encuentra entre las esquinas de Hoyo y Castán. Contemplamos la vivienda y podemos darnos cuenta de que es más pequeña que el local de La Viñeta. Tiene, sin embargo, espacio suficiente para poner a funcionar los tres cursos que se dictan para entonces, y allí se va Don Teófilo, con su rebaño de promesas a pasar trabajos y penurias, pero firme en su afán de enseñar y educar a sus muchachos.



Nos llama la atención una campana dorada que acaba de traer de España el padre agradecido de un alumno del plantel y que ha sido colocada a las puertas de la Dirección para que anuncie, con su alegre canto, el comienzo y el final de clases. Por cierto que nos hemos enterado de que los muchachos, con su sabia y picaresca ocurrencia, la han bautizado como La soprano de Don Teófilo.

Más adelante Cabrera Domínguez expresa:

"Observemos con atención cuanto está ocurriendo en la casa de Castán. Resulta que los dueños del inmueble han resuelto habitarla de nuevo y han enviado al maestro Rodríguez una fría e indiferente comunicación donde le participan que tiene tres meses para buscar otro lugar para su escuela. Nuevamente surgen la angustia y las nerviosas diligencias por la consecución de un nuevo inmueble que reúna las condiciones para el funcionamiento de la institución. Al fin, lo encuentran entre las esquinas de Santa Teresa y Cruz Verde. Podemos observar cómo va llegando nuevamente esta legión de soñadores y también podemos comprobar cuánto ha crecido con el tiempo. Allí se encuentran los muchachos reunidos alrededor de una antigua fuente siciliana que adorna el patio de la nueva mansión.



Desde donde nos encontramos, podemos oír sus bromas, sus gritos y algazaras y podemos apreciar también cómo abundan los empujones y cómo algunos han caído al agua de la fuente, obligando al Director a retirar el cristalino líquido y dejar la pila seca, pues son muchos los resfriados y catarros que han afectado a estos nuevos y bulliciosos inquilinos. Desde la galería principal podemos ver de nuevo la soprano de Don Teófilo dirigiendo con su canto las actividades de maestros y alumnos.



Un sorpresivo terremoto ha puesto a crujir y a rechinar techos, puertas y ventanas en toda la ciudad y la vieja casa de Cruz Verde no escapa a la acción del fenómeno telúrico y su pesada estructura amenaza con caerse obligando a Don Teófilo a salir precipitadamente del local y a buscar de nuevo sitio donde mudar su escuela y poder continuar en su nómada existencia. La encuentra en la esquina de Colón y allá se marchan en tropel, la soprano de Don Teófilo, seguida de cerca por maestros y alumnos, estos últimos en su condición de gente joven van gritando y comentando alegremente, completamente ajenos a las penurias de sus esforzados dirigentes por labrarles un porvenir"[46].



El 28 de octubre de 1891, fue elegido Orador de Orden en la Junta Pública que se celebró en la Academia Nacional de la Historia con motivo del tercer aniversario de su fundación[47].



Por excitación de la Junta organizadora de la exposición Colombina de Chicago, efectuada en 1893, remite una memoria sobre el Folklore, la cual fue leída y bien acogida en el congreso de folkloristas reunidos en aquella ciudad.



El  21 de junio de 1893, firma el Acta de promulgación de la Constitución Venezolana de ...., verificada solemnemente a las 4 de la tarde del 5 de julio del mismo año, en el salón de recepciones de la Casa Amarilla[48].



El 3 de febrero de 1895 fue designado Orador de Orden en la Conmemoración de la fiesta del Centenario del nacimiento del General Sucre. A nombre de la Junta Directiva del Centenario, pronunció un brillante discurso en el Salón Elíptico del Congreso Nacional. En ese  mismo día se inauguraron los cuadros de las batallas de Boyacá, Junín y Carabobo.



El 23 de mayo de ese mismo año,  es nombrado miembro de la Junta para la celebración del Centenario del Gran Mariscal de Ayacucho (3-2-1895), con el fin de organizar la conveniente celebración del Centenario en el Distrito Federal. Estaba compuesta además por los siguientes ciudadanos: Doctor Agustín Aveledo; General Pedro Arismendi Brito; Luis Alberto Sucre; Doctor Lucio Pulido; Tomás Michelena; Henrique L. Boulton; Juan E. Linares; Agustín Valarino; Doctor Adolfo Ernst; Doctor Jorge Nevet; Jacinto Gutiérrez Coll; José Antonio Mosquera; Carlos Santana[49].



El 13 de diciembre de 1902, en compañía de un grupo de profesores de la Universidad Central de Venezuela, firma un manifiesto para aplaudir la actitud patriótica asumida por el supremo gobierno ante el bloque efectuado por las potencias extranjeras ese año.



Los otros profesores fueron José A.Baldó, Luis Razetti, Bernardo Esteves, Federico Urbano, Miguel R Ruíz, P. Hermoso Tellería, A. P. Mora, Pablo Acosta Ortíz, Juan de Dios Villegas Ruiz, E. Delgado Palacios, Luis Sorian, J. Díaz, G. Delgado Palacios, Carlos León, J.B. Bance, Jose Gregorio Hernández, F.A. Alfaro, Felipe Tejera, Carlos F. Grisanti Franceschi, Félix Montes, Tomás C. Llamosas, S. Vaamonde Blesbois, T. Aguerrevere Pacanins, Juan Pablo Tamayo, H.O.Lupi[50].



El 14 de enero de 1906,  es designado Orador de orden para contestar el Discurso de Incorporación a la Academia Nacional de la Historia del Presbítero Doctor Ricardo Arteaga, quien disertó sobre el tema La Ley Moral en la Historia[51].



El  20 de mayo de 1908, junto a Laureano Villanueva y Manuel Antonio Díez, presenta a la Academia Nacional de la Historia sobre el tema ¿Qué punto de Hispano América fue el primero en apellidar Independencia a la Madre Patria.?, el cual fue aprobado en su sesión ordinaria del día 29 de julio de ese mismo año y fue publicada en los Anales de la Universidad Central de Venezuela[52] y en la Memoria de la Academia Nacional de la Historia, ahí se afirmaba que el 19 de abril no era el día iniciativo de nuestra independencia, sino que ese día se ejerció de hecho, el primer acto de soberanía popular, deponiendo a las autoridades coloniales, aunque simuladamente se guardara fidelidad a la Corona de Fernando VII, por entonces juguete baladí de Napoleón.



El año siguiente, forma parte de los profesores Examinadores de Número de la cátedra de Derecho Constitucional y Derecho Administrativo de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central[53].

El 3 de enero de 1911, fallece su madre Doña Amelia Rodríguez Comíns de Rodríguez, a la edad de 81 años[54].



En cumplimiento del Decreto Ejecutivo de fecha 28 de marzo  de 1911 y por disposición del Ciudadano Presidente Constitucional de la República, General Juan Vicente Gómez,  del 1º de mayo de ese mismo año,  es nombrado miembro de la Comisión creada para organizar el Museo Boliviano, cuya finalidad era el acopio y la organización del Museo. Por el Ejecutivo Federal firmó el Ministro de Relaciones Interiores, General Francisco Linares Alcántara¨(55). Dicha comisión estaba integrada además por Felipe Francia, Vicente Lecuna, Manuel Segundo Sánchez y Christian Federico Witzke[[56]]. En ese mismo año fue jubilado de la Universidad Central de Venezuela con una pensión de Bs. 200

El 24 de diciembre de 1912,  con motivo de un informe que presenta a la Academia Nacional de la Historia el misionero capuchino Fray Froilán de Rionegro para fijar la fecha de la fundación de Caracas, la Academia Nacional de la Historia nombra una comisión formada por los Doctores Teófilo Rodríguez, Francisco Tosta García y Pedro Manuel Arcaya para que opinaran sobre dicha proposición, afirmando que era interesante, y merecía publicarse en el boletín, sin embargo recomendaron a la Academia abstenerse de decretos hasta que se tenga averiguada en forma definitiva esta fecha, cuando no aparezcan nuevos documentos que refuercen definitivamente este punto[57].



Con motivo de una consulta enviada por el Ministro de Instrucción Pública,  el  8 de enero de 1913, Preside la Comisión nombrada por la Academia Nacional de la Historia para examinar los documentos relativos al General Manuel Piar. Sus conclusiones fueron  presentaron al Señor Director en un informe[58].



El 14 de febrero de 1914,  a raíz de la publicación que hizo la Casa Ollendorff en 1912, del famoso Diario de Bucaramanga de Luis Perú de La Croix, el Señor Manuel Pinzón Uzcátegui  dirigió una carta circular a los historiógrafos más eminentes de Venezuela y Colombia, inquiriendo su opinión sobre el juicio emitido por Blanco y Azpurúa acerca de la autenticidad de la mencionada obra. La opinión de Teófilo Rodríguez  fue: "Con dicho manuscrito se había tratado de imitar las conocidas Memorias de Santa Elena, para lo cual el que concibió la idea y la llevó a ejecución con este o aquel propósito no se ciño en su trabajo a narrar con exactitud los juicios y opiniones que el Libertador, departiendo con los fieles amigos y admiradores que lo acompañaban en sus últimos días, les exponía en el seno de la confianza, decaído ya en su físico, pero sereno en su espíritu en medio a la tormenta que contra el grande hombre habían desencadenado los enemigos de su gloria. En esta virtud estoy de acuerdo en el fondo con el juicio que acerca del enunciado Diario formularon los distinguidos y honorables investigadores General José Félix Blanco y Don Ramón Azpurúa[59]".



El 4 de julio de 1914, recibe este egregio ciudadano una nueva distinción, la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente a la Real Española le reclama su presencia como Individuo de Número para ocupar el Sillón A[60], incorporándose  a esa Docta Corporación el 21 de marzo de 1915[61] con una disertación, acerca de los méritos de la Lengua Española[62]. La voz de la Academia la llevó el Doctor Santiago Key Ayala, quien al darle la bienvenida en la loa del recipiendario lo recuerda dedicándole estas palabras: "Entre papeles amarilleados, de viejos textos latinos; entre manuscritos de historia patria, títulos de propiedad escritos con vigorosa letra gótica, folios e infolios de la curia eclesiástica, el Doctor Rodríguez ha preservado aquella primera orientación de su espíritu que en su juventud le llevó a la redacción de periódicos literarios, en muy honesta compañía... El Doctor Rodríguez civilista y canonista, ha sido fiel, toda su vida, a la lengua de los Césares Augustos, augusta como ellos. En medio del casi unánime desdén que entre nosotros ha enterrado al latín, es de los pocos iniciados que en la soledad penumbrosa del gabinete de trabajo han sabido alumbrarse con la lámpara de su fe. Su especialización en estudios canónicos le ha permitido acrecentarla, como que la Iglesia tiene la alta sabiduría de perpetuar, con el latín, el recuerdo de que fue engendrada y amamantada en la cama de leones del Imperio Romano[63]".



El  10 de julio de ese mismo año, por Comisión de la Academia Nacional de la historia presenta en compañía del Doctor Julio Calcaño  al Señor Director de la institución un informe para abrir concepto sobre " Relación de la Salida de Porlamar del General José Francisco Bermúdez en 1815" apoyando la publicación en el Boletín[64].



Su vastísima erudición lo llevó a ocupar un sitial de honor como orador, notable jurista, conocedor profundo de otras lenguas (francés, inglés, griego y latín), brillante autor de estudios de historia, los cuales realiza con un criterio imparcial y justiciero, le permitieron ocupar un puesto importante en la vida pública venezolana.



El 26 de septiembre de 1915,  ofrece el discurso de contestación al de recepción como individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua, del Doctor Manuel María Villalobos[65].



El 8 de diciembre de 1915, se extingue su periplo vital, a los 72 años de edad, debido a una nefritis (Mal de Bright)[66], en una modesta casa caraqueña situada entre las esquinas de Carmen a Puente Arauca, Nº 58. Su muerte fue lamentada en los círculos intelectuales y en el seno de la sociedad. El periódico La Religión publica al día siguiente la noticia de su fallecimiento así: "Murió cristianamente el Señor Doctor Teófilo Rodríguez. Fue una vida laboriosa y útil. Doctor en ambos Derechos, miembro de ambas Academias; periodista, profesor, Juez unas veces, y otras abogado en ejercicio. Escribió y recopiló nuestra Tradiciones. Su recuerdo es plácido. Nuestro pésame a su familia. Nuestros sufragios por el amigo". Su deceso constituyó un duro golpe para la Universidad Central de Venezuela, pues perdía a uno de sus más brillantes catedráticos, para las Academias a las cuales perteneció, ya que expiraba uno de sus más sobresalientes, abnegado y eficiente colaborador y para el campo del derecho al sucumbir uno de sus más eminentes  juristas.




Bibliografía



1 De acuerdo con el artículo 8 del decreto ejecutivo de 7 de enero de 1893. El Ateneo se instaló en Comisión preparatoria el 1º de febrero, en el Paraninfo de la Ilustre Universidad Central. Véase: Exposición que  el Ministro de Instrucción Pública presenta al Jefe del Poder Ejecutivo Nacional, de los asuntos de su departamento, desde el establecimiento  del Gobierno de la Revolución encargado de la reconstitución de la República, hasta abril de 1893. Caracas. Imprenta Bolívar. 1893. p. 133.



2 Archivo Diocesano de Caracas correspondiente al año de 1843.



3 En un principio la Fe de Bautismos se encontraba en el fol. 47 del  Libro 8º general de Bautismos de la parroquia de San Pablo.  , pero por orden del Provisor Diego de Córdoba se trasladó  al " Libro 10 general de bautismos de la Iglesia Parroquial de San Pablo,  fol. 136.

Archivo Arquidiocesano de Caracas.:" Libro 10 general de bautismos de la Iglesia Parroquial de San Pablo”. fol. 136.



4 Estaba  ubicado en la calle de Carabobo, casa Nº168, Esquina de Catedral.



5 Véase: "Diario de Avisos" Nº 175 del sábado 26 de agosto de 1854.



6 Véase: "El Heraldo" Año II, Trim VI, Nº 168 del 10 de agosto de 1860; 169 del 14 de agosto de 1860 y 170 del 17 de agosto de 1860.



7 Para esa época vivía en la Calle del Juncal, casa Nº 101. UCV: Archivo Universitario:"Expediente Universitario. Libro Nº 68, Exp, 38 y  "Bachiller y Licenciado en  Derecho Civil y Canónica”. 1867. Libro 15, Exp 12-13.



8Se encontraba situado en la calle los Bravos, Nº 32, en la esquina El Conde.



9 Véase "El Federalista". Nº 55 del 3-10-1863.



10Fue instalada el 23 de agosto de 1862.



11Véase: expediente Nº 429. Catálogo de expedientes de grados académicos. Anales que existen en el archivo de a UCV formado por el Doctor Vicente G.  Guánchez, Secretario Jubilado de la Universidad. en Anales de la UCV. 1906. Archivo Universitario: Expediente Universitario "Libro 39, Expediente 8".



12 La fecha de la última Acta que se conserva es del 11 de noviembre de 1870.



16 Los otros miembros eran: Anton Goering, Cristóbal Rojas, Gualterio Chitty. Francisco Conde, Francisco de Paula Acosta. etc.



17 Esta comisión estaba formada. además por Arístides Rojas, Francisco Conde, Simón Ugarte, Manuel Vicente Díaz, Luciano Urdaneta, Rafael Villavicencio y Jesús Muñoz Tébar.



18 Véase: expediente universitario de Derecho Civil y Derecho Canónico, Leg. 52 expediente 181 y 336.



19 Universidad Central de Venezuela: Archivo Histórico Universitario: Libro de nombramientos de Secretarios y Oficiales. 1839-1881. V=2; T=2; N=324. fol. 290-291.

20 En 1868, colabora en la revista científica Vargasia[1]: Órgano de la Sociedad de Ciencia Físicas y Naturales, publicada con el fin de contribuir al desarrollo de la ciencia en nuestro país. junto a él colaboraban hombre de la talla de Adolfo Ernst. Arístides Rojas, Rafael Villavicencio, Jesús Muñoz Tébar, Lino de Revenga, Arístides Rojas. y otros. Esta revista tuvo una efímera duración, publicando los siguientes Nº: El 1-3 corresponde a enero, febrero y marzo de  1868; el Nº 4 al mes de abril; el nº a mayo; el 6 a septiembre de 1869; y el 7 en 1870. 

21 Véase: "El Federalista". Año IV, Mes IV  Nº 959, caracas, lunes, 22 de octubre de 1866. p. 3.;  Nº 966 del  30 de octubre de 1866, p. 2; Nº 973, del jueves 8 de noviembre de 1866, p. 3. ; Nº 976 del lunes 12 de noviembre de 1866. p. 1; Nº 979, del jueves, 15 de noviembre de 1866.

22Véase: El Federalista Nº 1.299 del 11 de diciembre de 1867;  Nos Nº 1621, 1622, 1624, 1626, 1629 de 22.23.26 y 28 de enero y 1º de febrero de 1869 y Pensamiento político Venezolano del siglo XIX tomo 13. p.  .



23p. 117 a 121.

24 Imprenta Venezolana. Caracas. 1880. p. 97-98.

25 Se casó Mercedes López Candebat, y de ese matrimonio nacieron 7 hijos: Teófilo, Benita Avelina (Hna Miguelina de la Congregación de San Francisco de Asís),  Angelina Elena, Miguel

26 Felice Cardot, Carlos.:"Venezolanos de Ayer y Hoy". Ministerio de Educación. Departamento de Publicaciones. Caracas. 1971.

27 Véase: Memoria que presenta al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela el Ministro de Instrucción Pública en 1885. Tomo II. Vol. 1.  Doc. 38. p. 28 y ss.

28 Publicada en el tomo II de su obra Literatura Venezolana (Ofrenda al Libertador en su primer centenario. Impresa por disposición del Ilustre americano, Regenerador, Pacificador y Presidente de los Estados Unidos de Venezuela General Guzmán Blanco, 1883, página 558.

29 En: la revista "El Cojo Ilustrado" nº 67 del 1 de octubre de 1894,   p. 381-382.

30 En: "El Cojo Ilustrado" Nº 56, del 15 de abril de 1894  p. 150. 

31 En:  "El Cojo Ilustrado"  nº 59  del 1 de junio de 1894, p. 208-209 

32 En: El Cojo ilustrado.-Caracas.  Nº 122 del 15 de enero de 1897, p. 
96. Fue reeditado en la revista "Crónica de Caracas" Nº 33 de abril-junio de 1957.

33 En:  "El Cojo Ilustrado" (Edición de Gala). Véase: Nº 97, del 1 de enero de 1896,  p. 11. (Autógrafo).

34 En:  "El Cojo Ilustrado" Nº 52, del 15 de febrero de 1894. pp. 55-56.  

35 En: "El Cojo Ilustrado" Nº 87 del 17 de julio de 1895. P. 458-460

36 En: la "Ofrenda de la Junta Central Directiva del Concierto Artístico Literario celebrado en (el Teatro Caracas la noche de) el día 22 de marzo, en beneficio de los desgraciados de Andalucía p. 33 a 37. 

37 En: El Amigo del Progreso"  Nº 14) del 6 de julio de 1865.

38En: El Ángel Guardián  Nº 83  del 29 de noviembre de 1881.

39  Véase: Memoria que presenta al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela el Ministro de Instrucción Pública en 1889.-Caracas. Tipografía El Cojo. 1889. Tomo 1. p. 479.

40 Año XXI, mes VII, Nº 5.652. 

41 El  11 de julio  de 1889. 

42 Fue nombrado el 10 de marzo de 1909, por  fallecimiento del Doctor José María Manrique. Véase: Memoria que presenta el Ministro de Instrucción Pública  al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en  sus sesiones ordinarias de 1911. Tomo II. Caracas. Imprenta Nacional. 1911.



43 Véase: Exposición que presenta al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela el Ministro de Instrucción Pública en 1902. Caracas. Imprenta Bolívar. p. 23. y Anales de la Universidad Central de Venezuela. Año II, Tomo II, Nº 1. 1901. Caracas. Tipografía Universitaria. 1901. p. 439-440.

44 En 1895. Véase: Memoria que presenta al Ministro de Instrucción Pública al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en 1896. Caracas. Imprenta Colón. p.  534 a 536 

45 La primera vez el 15 de mayo de 1909, y la segunda  en su sesión del 21 de mayo de 1913,  para regirla en el bienio que termina el 30 de dicho mes del año 1915. (Véase: Memoria del Ministerio de Instrucción Pública de 1914. Tomo II. Caracas. Imprenta Nacional. 1914. Doc.

46 Cabrera Domínguez, Guillermo.: Liceo "Andrés Bello" un forjador de valores. Una tierna narración sobre la historia del primer Liceo de Venezuela escrita por un antiguo alumno del Instituto con motivo de su Primer Centenario". Caracas. 1993. Academia Nacional de la Historia, Serie Estudios, Monografías y Ensayos, nº 161, p. 38-40.

47  Véase:  Discurso de orden leído por el Académico Señor Doctor Teófilo Rodríguez en la Junta Pública que la Academia Nacional de la Historia celebró el 28 de octubre de 1891 en conmemoración del tercer aniversario de su fundación. Caracas Tipografía de la Opinión Nacional. 1891. 29 p. Hay un ejemplar en la B.N. Bajo la signatura V23 C 457).

48 Véase: Memoria que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en 1894. p. 22 a 25.

49 Véase: Memoria que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en 1895. p. 304 a 306). 

50 Véase: Boletín del Archivo Histórico de Miraflores Nº 38 p. 46.

51Véase: Discursos leídos en la Academia Nacional de la Historia en la recepción pública del Señor Presbítero Doctor Don Ricardo Arteaga el día 14 de enero de 1906. Caracas. Tipografía Americana. 1906. En el fondo bibliográfico especial de la B.N. Sig: V.24 C109.

52 p. 22 a 48; Véase: Memoria que presenta el Ministro de Instrucción Pública  al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en  sus sesiones ordinarias de 1911. Tomo II. Caracas. Imprenta Nacional. 1911. p. 746.

52 Véase: Memoria que presenta el Ministro de Instrucción Pública  al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en  sus sesiones ordinarias de 1910. p. 722. 

53 Véase: Memoria que presenta el Ministro de Instrucción Pública  al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en  sus sesiones ordinarias de 1910. p. 722.

54 Fue enterrada a las 9 a.m del día siguiente. Véase: El Universal Nº 566, Año II,  del martes 3 de enero de 1911. p. 4. y Libro de entierros del Cementerio General del Sur, correspondiente a ese año. (de abseso hepático, Santa Teresa, Médico Pablo Acosta Ortíz; parcela 3-5-84).

55 Véase: Gaceta Oficial. Nº 11.298 del miércoles, 3 de mayo de 1911 (Año XXXIV, Mes VII) p. 1.

56 Véase: Memoria que presenta el Ministro de Relaciones Interiores al Congreso de los Estados Unidos de Venezuela en  sus sesiones ordinarias de 1912. Tomo II. Caracas, Imprenta Nacional. 1912. p. 663.

57 Véase: Boletín de la Academia Nacional de la Historia.-Caracas. Nº 1 del 31-3- 1913. Tipografía Americana. p. 3-11.

58 Véase: Boletín de la Academia Nacional de la Historia.-Caracas. Año 1913. p. 13 a 20.

59 Véase: Manuel, Pinzón Uzcátegui.: "Crítica Histórica sobre el diario de Bucaramanga". Caracas, Lit. y Tip. del Comercio. 1914. p. 78-79.

60 Véase: Acta de la Sesión Nº 1526 correspondiente al jueves 4 de junio de 1914 en el Libro de Actas de la Real Academia Venezolana de la  Lengua.

61 El periódico El Universal.-Caracas. (Nº 2.081 del 21 de marzo de 1915. p. 7 y el  Nº 2.082 del 22 de marzo de 1915. p. 1.) la reseñó así: "A las 3 1/2 de la tarde, se efectuará en la Academia Nacional de Bellas Artes, la Recepción Pública y solemne del Señor Doctor Teófilo Rodríguez, como individuo de Número de la Academia Venezolana correspondiente a la Real Española. Contestará a su discurso de incorporación el Señor Doctor Santiago Key Ayala”.

62 Con tal motivo se reunió la Academia en el salón de Bellas Artes con el objeto de recibir en acto público y solemne al Académico electo Doctor Teófilo Rodríguez, Presidieron el acto los Ministro de Instrucción pública y de Relaciones Interiores (Doctor Pedro Manuel Arcaya). Asistieron además los Doctores Francisco de Sales Pérez, Julio Calcaño, Felipe Tejera, Rafael Villavicencio, Juan de Dios Mérida, Pedro Emilio Coll, Santiago Key Ayala, el Delegado de Su Santidad Monseñor Carlos Pietro Paoli, el Excelentísimo Señor Ministro de España Don Juan Servert y otras altas personalidades de la vida Nacional. La banda marcial amenizó el acto (Véase: Discursos leídos en la Academia Venezolana correspondiente de la Real Española en la recepción pública del Señor Doctor Don Teófilo Rodríguez, el 21 de marzo de 1915. Imprenta Bolívar. Caracas. 1915. 38 p.  y  Acta de la Academia Correspondiente de la Lengua Española   Nº 1562). 

63 El 1 de abril de 1915, la revista "El Cojo Ilustrado"(Nº 559, Año XXIV, p. 198), publica una breve reseña (con fotografía) del acto de incorporación como individuo de Número en la Academia Venezolana de la Lengua, congratulándose por  su nominación.

63  Véase: Boletín de la Academia Nacional de la Historia.-Caracas. Nº 3 del 30 de septiembre de 1814, p. 117-123. Tip Vargas.

64  Véase: discurso leído en la Academia

65  Véase: discurso leído en la Academia Venezolana de la lengua correspondiente de la Real Española en la recepción pública del Señor Don Manuel María Villalobos el día 26 de septiembre de 1915. Caracas, Tip Vargas, 1915)

66 Véase: libro de defunciones de la Parroquia Santa Teresa, Departamento Libertador del Distrito Federal, Expediente Nº 185 de 1915. En el Registro principal del Distrito Federal y periódico "El Universal" Nº. 2.342 del lunes 9 de diciembre de 1915. Pág 1 a 7.



 * Bisabuelo del Dr David Chacón Rodríguez,Subsecretario del Club Médico Caracas.































































































































Bandera venezolana

Bandera venezolana

Automóviles de los 40

Automóviles de los 40