lunes, 27 de enero de 2014

Resultado de la autopsia realizada al Libertador




Eumenes Fuguet Borregales (*)
El Libertador envía un mensaje al Congreso Admirable el 27 de abril de 1830 indicando su irrevocable renuncia; procede a empacar sus pocas pertenecías, se traslada desde Bogotá hacia Cartagena el 8 de mayo.
Deseaba embarcar hacia Curazao, seguir a Jamaica y Londres para atender la maltrecha salud; pero, no disponía de  dinero para costear el viaje, ni fortaleza para soportar la larga y penosa travesía. El general Mariano Montilla Cmdte. del Dpto. del Magdalena, coordina con el Don Joaquín de Mier y Benítez, dueño del buque “Manuel”, Casa de la Aduana y hacienda de San Pedro Alejandrino, la atención en Santa Marta del  ilustre enfermo, último lugar adonde llega el día 6 de diciembre. El 10 dicta su Testamento y la Proclama a los pueblos de Colombia. Fallece el 17 pasadas la una de la tarde. A las 4 de la tarde en presencia de los señores Generales Montilla y José Laurencio Silva, habiéndose hecho la inspección del cadáver en una de las salas de la habitación de San Pedro, ofreció los caracteres siguientes: 
HABITUD DEL CUERPO. Cadáver a los dos tercios de marasmo, descoloramiento universal, tumefacción en la región del sacro, músculos muy poco descoloridos, consistencia natural.  
CABEZA. Los vasos de la aracnoides en su mitad posterior ligeramente inyectados, las desigualdades y circunvoluciones del cerebro recubiertas por una materia pardusca de consistencia y transparencia gelatinosa, un poco serosa semi roja bajo la dura-mater: el resto del cerebro y cerebelo no ofrecieron en su sustancia ningún patológico. 
PECHO. De los dos lados posterior y superior, estaban adheridas las pleuras costales por producción semimembranosas: endurecimiento en los dos tercios superiores de cada pulmón; el derecho casi desorganizado presentó un manantial abierto de color de las heces del vino, jaspeado de algunos tubérculos de diferentes tamaños no muy blandos; el izquierdo, aunque menos desorganizado, ofreció la misma afección tuberculosa, dividiéndolo con el escalpelo, se descubrió una concentración calcárea y regularmente angulosa del tamaño de una pequeña avellana. Abierto el resto de los pulmones con el instrumento, derramó un moco pardusco que por la presión se hizo espumoso. El corazón no ofreció nada particular, aunque bañado en un líquido ligeramente verdoso contenido en el pericardio.  
ABDOMEN. El estómago dilatado por un licor amarillento de que estaban fuertemente impregnadas sus paredes, no presentó sin embargo ninguna lesión ni flogosis: los intestinos delgados estaban ligeramente meteorizados: la vejiga, enteramente vacía y pegada bajo el pubis, no ofreció ningún carácter patológico. El hígado, de un volumen considerable, estaba un poco escoriado en su superficie convexa; la vejiga de la hiel muy extendida; las glándulas mesentéricas obstruidas; el vaso y los riñones en buen estado. Las vísceras del abdomen en general no sufrían lesiones graves. 
Según este examen, es fácil reconocer que la enfermedad de que ha muerto S. E. el Libertador era en su principio un catarro pulmonar, que habiendo sido descuidado, pasó al estado crónico…Si se atiende a la rapidez, la enfermedad en su marcha, y a los signos patológicos observados sobre el órgano de la respiración, naturalmente es de creerse que las causas naturales influyeron en los procesos de esta afección. No hay duda que agentes físicos ocasionaron primitivamente el catarro del pulmón, tanto más cuando que la constitución individual favorecía el desarrollo de esta enfermedad, que la falta de cuidado la hizo más grave; que el viaje por mar, que emprendió el Libertador con el fin de mejorar su salud, le condujo al contrario a un estado de consunción deplorable…. Debe observarse  que el Libertador, cuando el mal estaba en su principio, se mostró muy indiferente a su estado de salud, y se denegó a admitir los cuidados de un médico: él mismo lo ha confesado que sus enemigos le hartaban de disgustos, y que estaba más expuesto a los ultrajes de aquellos a que sus beneficios habían hecho ingratos… Entonces pidió con ansia los socorros de la medicina. Pero ¡ah! ¡Ya no era tiempo! El sepulcro estaba abierto aguardando la ilustre víctima, y hubiera sido necesario haber un milagro para impedirle descender a él.
San Pedro, Diciembre 17 de 1830 a las ocho de la noche.
Alejandro Próspero Reverend.                                    Es copia: J. A. Cepeda, secretario

Historia y Tradición
(*) Gral. de Bgda                                                                                                    @churuguarero.com
@eumenesfuguet

sábado, 11 de enero de 2014

POR TI PREGUNTO EL VIEJO

                                              

VICENTE E.GUERRERO B

                                               
         Con  paso lento, agobiado por el calor y un cielo que se  tornaba rojizo en esta tarde de septiembre, como muchas otras tardes,  iba  al lugar obligado del encuentro para la tertulia citadina,  que se fue haciendo costumbre,  como el cafecito  que el cuerpo pedía para poner fin al cansancio del día. 
          Olor a café y  pan recién hecho  indicaron que había llegado, la puerta se abrió, atrapado por la frescura del salón, entré  tratando de ubicar a los amigos. “Por ti pregunto el viejo”    expreso la jovencita de la caja con la sonrisa de blancos dientes, bellos ojos negros brillando en su tez canela.
            Nadie  de los contertulios  cotidianos se encontraba, me senté en una de las mesas vacías, pedí el café, abrí mi carpeta de apuntes, repase el articulo para la columna de opinión  y  me preguntaba sobre “ el viejo”, ese personaje que aparecía  con las primeras sombras de la tarde y raras veces integraba el grupo.  Lo veíamos solo,  con la miraba puesta en el pocillo donde lentamente su contenido disminuía a medida que sorbo a sorbo lo disfrutaba.
        Perdí la noción del tiempo  atrapado por la lectura del artículo que debía entregar en la redacción.  Volví a la realidad cuando el ruido de la silla y su voz, como siempre, suave, respetuosa y cálida,   dijo:  “…buenas tardes, puedo molestarlo, será un momento, un momento para compartir el amargo y contarle algo que  por dentro siento que me esta apretando y   no puedo evitar que salga…”.  Respondí  con la curiosidad del periodista “ … con gusto compartiré con usted   la historia que corroe sus entrañas…” , y allí nomas las palabras surgieron como cascadas   y se derramaron sobre la mesa: 
        ….. Recorría hace tiempo las calles de esta  ciudad  de los tres puentes,  en   tardes soleadas , hasta que los arreboles indicaban  el inicio de la noche, me acompañaba el trinar de  pájaros y los miles  sonidos de la calle, voces, ronronear de motores, cantos, algún acorde musical de alguien afinando tal vez el instrumento. Disfrutaban todos mis sentidos, el olor de flores, de las cocinas donde  manos hacendosas preparaban le cena, el dulce olor de las frutas que se adherían al paladar, y en  cada paso, sobre la dura tierra , el pavimento o las veredas de ladrillo, sorteaba bandadas de niños que regresaban a sus casas con la alegría de vivir, parejas de jóvenes tomados de la mano soñando despiertos, ancianos de lentos movimientos  que respondían  el saludo afectuoso de otros  caminantes y  el aire fresco de los verdes cerros inundando los pulmones. Ciudad de sempiterna primavera, donde a cada hora  disfrutábamos  los cambios de colores de la exultante vegetación,  el aroma  de multicolores flores que nos invadía se pegaba a la piel  mientras  una brisa suave que acariciaba   el cuerpo…”. 
              De golpe nos inundo el silencio,   nos quedamos mirándonos  sin decir nada, paso un tiempo que me pareció muy largo  y continuó,  como degustando las palabras,  con el último sorbo del café, y como  saliendo de los mas profundo del alma broto  la pregunta “..¿Que nos paso…? “.
        Se ahondo mas el silencio, bajó la cabeza, entrecerró los ojos, como un manto nos envolvió la tristeza,  respondiéndose a si mismo continuo… “Hoy hago el mismo camino y siento una soledad que me ahoga, despareció toda esa gente y el paisaje es gris …..”.
            Una pausa en el relato que irrespetuosamente, por pura curiosidad  lo quebré con “ …¿Qué paso ..?.
          Note  que le costaba continuar, se  le anudaban las palabras en la garganta para decirme, para llorar la respuesta:
    “ … en las  calles de este Barquisimeto de gente tranquila y amante de la tertulia, el canto, la alegría de compartir el fin de una jornada, nos inundo el miedo…., el miedo descendió con la oscuridad de la noche y en la tarde  a medida que las sombras crecen,  crece también la soledad y el silencio y otra vez,  como  en otras ciudades inundadas por el miedo, por la guerra, por la muerte, por el terror que  yo viví en otras lejanas tierras, hubo un tiempo que   llegue a pensar que era  solo un sueño,   pero hoy sentí el fantasma del miedo pisando mis talones, inundando mis zapatos, trepando por mi piernas…..”
          Apartó la silla, se levanto y se dirigió hacia la noche que como un manto cubría la calle.
       Quede con mi soledad a cuestas,  en el periódico que de casualidad llevaba como para no olvidar lo que tenia que cumplir,  surgieron ante mis ojos  las páginas rojas de las absurdas muertes de tantos jóvenes, de tanta gente que golpeó mis sentidos. “¿Por qué tanta muerte?. ¿para que tanta muerte?, ¿que nos impulsa hacia la fractura de la vida, nos estarán robando la humanidad?
        Que nos  empuja hacia esa danza de la muerte, nos estaremos dejando amedrentar  para cooperar en un festín diabólico.
          Hay preguntas que desde hace milenios nunca cambiaron, la búsqueda de una  respuesta continúa,  recordé el final del Bíblico poema de JOB “las velas están apagadas, las estrellas han desaparecido del firmamento, enciende el carbón del corazón…  y veremos luego…”
   
       Trate llamarlo pero el “viejo” se perdió en la oscuridad. Lo tragó la noche   
            Decía Harold Kushner en el libro que de casualidad  llevaba  “… el mundo es un lugar frio e injusto  en el cuál todo lo que consideraron precioso ha desaparecido. Pero en lugar de dejarse vencer por este mundo y esta vida injusta, en lugar de mirar hacia atrás, a las iglesias y a la naturaleza, pretendiendo obtener respuestas, hay que buscar dentro de uno la propia capacidad de amar. Enciende el carbón del corazón  porque esa pizca de luz y calor será capaz de sostenernos….”
          *VICENTE E.GUERRERO B
          Email: vgbernabey@gmail.com


miércoles, 8 de enero de 2014

REGRESO DE LOS RESTOS DEL LIBERTADOR A VENEZUELA

Eumenes Fuguet Borregales (*)
La voluntad de Bolívar plasmada en su “Testamento”  el 10 de diciembre de 1830 en  la hacienda-ingenio San Pedro Alejandrino, pedía que sus restos sean enterrados en Caracas; a los doce años se materializó su disposición. En 1839 el general Carlos Soublette, encargado de la presidencia, inició tímidamente un movimiento para tal voluntad. Debido a un clamor popular, el Presidente Páez durante su segundo mandato, solicitó al Congreso repatriar los restos del Padre de la Patria. El Decretó emitido el 30 de abril de 1842, dispuso los honores fúnebres y la disposición de que sean depositados en la Catedral de Caracas. El 12 de mayo invitó al Poder Ejecutivo Nacional, al de la Nueva Granada y Ecuador a concurrir a la exhumación de los restos en Santa Marta. Páez designó al eminente Dr. José María Vargas, jefe de la comisión, junto a los generales Francisco Rodríguez del Toro, Mariano Ustáriz, José María Carreño y al sacerdote Manuel Cipriano Sánchez como Gran Capellán; fijó el 17 de diciembre la fecha de regreso. El general Daniel Florencio O’Leary  fue comisionado para que el conocido escultor italiano Pietro Tenerani, realizara un monumento en la Catedral de Caracas, por cierto que ese monumento inaugurado en 1842, fue trasladado al Panteón Nacional en 1876, cuando ingresaron allí los restos del más grande de los venezolanos y americanos. El 13 de noviembre salió de La Guaira la comisión a bordo de la goleta Constitución debidamente acondicionada al mando del capitán de Navío Sebastián Boguier, acompañada del bergantín Caracas y de la fragata francesa Circe. Llegaron a Santa Marta el 16. La exhumación  en el panteón de la familia Díaz Granados en la Catedral de Santa Marta se realizó el día 20 a las cinco de la tarde; reconocidos por los médicos encargados de tan noble comisión entre ellos, el Dr. Vargas y el preclaro Dr. Alejandro Próspero Reverend, quien atendió a Bolívar desde su llegada a Santa Marta el 1ro. de diciembre de 1830, le realizó la autopsia y lo vistió. Las calles y casas de Santa Marta estaban enlutadas. Los restos fueron embarcados el  21 en la goleta Constitución, ante una gran ceremonia. Durante el viaje 15 cadetes comandados por el teniente Nicomedes Zuloaga, montaron permanente Guardia de Honor. El navío encalló en Los Roques. El 13 de diciembre estaban frente a La Guaira, esperando varias embarcaciones nacionales y extranjeras que se incorporarían con sus banderas a media asta. Los restos del ilustre paisano fueron desembarcados el día 15. El ilustre general de brigada Juan Uslar, ya anciano, llegó de Valencia con lágrimas en los ojos, portando el viejo uniforme con el cual combatió al lado del Libertador y ahora le rinde honores protocolares. Los restos pernoctaron en la iglesia de ese puerto; el día 16 lo trasladaron  por el camino de los españoles a Caracas; pernocta en la iglesia de la Santísima Trinidad, hoy Panteón Nacional; por coincidencia, la Santísima Trinidad es la devoción de la familia Bolívar, de allí el nombre de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad, así es denominado el panteón familiar en la Catedral. El 17 de diciembre fecha de su desaparición física, los restos del Libertador, fueron trasladados desde la iglesia de la Santísima Trinidad hasta la iglesia de San Francisco. El pueblo de Caracas acompañó a su eximio hijo, en solemne procesión detrás del gran carruaje construido en Paris según instrucciones del ingeniero italiano Agustín Codazzi; todas las calles, casas y ciudadanos mostraban riguroso luto. La gran parada militar la comandó el siempre leal, general en jefe Rafael Urdaneta Faría, con su uniforme de gala y el sable que le regaló el Padre de la Patria. El ilustre Concejo Municipal de Valencia, comisionó a: Bernardo Escorihuela,  Felipe Sojo y Jaime Alcázar. El Canónigo de la Catedral y Rector de la Universidad Central de Venezuela, presbítero José Alberto Espinosa, leyó a la una de la tarde, su brillante Oración, verdadera apología del más grande de los americanos. El 23 de diciembre se realizó una ceremonia similar para el traslado  desde la iglesia de San Francisco hasta la Catedral, en hombro de sus edecanes y oficiales; sus restos permanecieron en el panteón familiar al lado de sus padres y esposa, hasta su traslado al Panteón Nacional el 28 de octubre de 1876, día de San Simón. Así concluyó la voluntad testamentaria de nuestro Padre Libertador; sus cenizas y memoria, permanecerán a través de los siglos, acompañadas por el esplendor de su gloria y el calor de los pueblos libres… que así sea.
(*) Gral. de Bgda.                                                               churuguarero77@gmail.com
@eumenesfuguet
Historia y Tradición

lunes, 6 de enero de 2014

Historia pasional de Venezuela



SOLEDAD MORILLO BELLOSO*

La mayoría de los presidentes ha tenido una "vida pasional" que ha marcado vidas, mujeres y...

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Páez casó con Dominga Ortiz en 1809. Tuvieron dos hijos. En 1821, conoció a Barbarita Nieves. Con ella se pone a vivir. Por 26 años fue conocida como la amante. Barbarita convirtió a Páez en un caballero, músico y amante de las artes. Tuvieron cuatro hijos. En otras camas Páez procreó varios hijos naturales.

Vargas tuvo una hija natural, Josefa María. En 1826 casó con una viuda, Encarnación Martín. A los 11 meses, ella muere y deja a Vargas viudo. Soublette tuvo varios hijos naturales y legítimos. A su esposa, Olaya Buroz, Soublette le decía "Mi urraca". Era chiquita, flaca, de ojos saltones y labios picudos y lo celaba mucho.

José Gregorio Monagas casó con Benita Marrero, hija de un cacique, quien ya tenía dos hijos. Ella murió y él desposó a su cuñada Clara con quien tuvo otros nueve hijos.  
 
José Ruperto Monagas casó con Esperanza Hernández, mujer sin abolengo, quien luego de ser Primera Dama regresó a Barcelona, para allí llevar una viudez de carencias. Tal fue la quiebra económica que hubo de emplearse de lavandera y fregona.

Julián Castro tuvo una concubina, María Nieves, hija ilegítima del general José Laurencio Silva. Casaron en 1843 con ya cuatro hijos bastardos. María Nieves sobrevivió a Castro, quien murió en la miseria en la Casa de Beneficencia de Valencia. 
 
Manuel Felipe de Tovar casó con su prima Encarnación Rivas, quien al poco tiempo contrajo tifus y perdió la razón. No tuvieron hijos. Manuel Felipe y Encarnación se mudaron a Francia. Allí él falleció. La viuda loca fue trasladada a su casona en la esquina de El Conde donde murió.

Triángulo amoroso

Guzmán Blanco tuvo un hijo con la curazoleña Ventura Lobo, "el negro Guzmán". Casó luego con Ana Teresa Ibarra. Mantuvo un triángulo amoroso con su cuñada Anastasia Ibarra. Con Ana Teresa tuvo seis hijos. Los tres -Antonio, Ana Teresa y Anastasia- fueron a vivir a París y allí falleció Anastasia. A los meses él murió de mal de amores.  
 
 
Linares Alcántara casó con Belén Esteves con quien tuvo seis hijos. Al enviudar, Belén casó con el doctor Francisco Yépez y tuvo otros cuatro hijos.  
 
Rojas Paúl contrajo nupcias en 1853 con María Josefa Báez. No tuvieron hijos y adoptaron dos. Rojas Paúl era muy faldero. Tuvo affaires con la contralto italiana Larguerccia y con Olimpia Guelcher, teniendo hijos como José Pérez y según dicen el pintor Armando Reverón. Murió viudo, viejo y enfermo en 1905.

Andueza Palacio casó con Isabel González. Con ella tuvo tres hijos. Andueza -dado al trago, pico'plata y mujeriego- tuvo un hijo con una Figueredo. En las aguas de la lujuria y la bebida nadó hasta su muerte a principios del siglo XX. 
 
Ignacio Andrade era mujeriego. Casó a los 50 años con Isabel Sosa, que era bella y entrada en carnes. Tuvieron nueve hijos. Leí que en Caracas se decía que "se ha casado viejo, ha tenido más hijos que un piojo y está clueco con ellos; nadie lo saca de la alcoba; hace seis años que no hace sino criar hijos. Ese hombre es una partera". Siendo aún Presidente, escapó del país con su esposa e hijos, para vivir un exilio miserable. Murió en La Guaira a los 89 años.

Cipriano Castro bailaba muy bien, era aficionado a la bebida y su perdición eran las mujeres. Casó con Zoila Rosa Martínez, de 16 años. A las mujeres las prefería de estreno. Las damitas le eran seleccionadas por celestinos. Acabó teniendo más de 22 "amigas del corazón". Entre ellas, una dama de apellido Domínguez, Domitila Hernández, Rosa Gutiérrez, Luciana "La Chanito", la Fuentes, la Rodríguez, Blanca Gouvirand, la Alemán y Berenice. En el exilio de Puerto Rico lo atendía una hija. Doña Zoila vivía aparte, ambos en la pobreza, a pesar de lo mucho que había saqueado Castro el erario.

No se casó con ninguna

Juan Vicente Gómez tuvo muchas concubinas y con ninguna casó. Entre ellas estuvo Dionisia Bello de Torres, a quien Gómez robó a su marido y con quien tuvo siete hijos. Gómez jamás amaneció con mujer. Existen documentos que certifican treinta y tres amantes -Ladera, Pernía, la Rojitas, Carmen Rodríguez, la Catalana, una bailarina española, Josefina Jaimes y varias en el Táchira y Caracas-; la cantidad de hijos censados llega a 74. En 1904 Gómez se une a Dolores Amelia Núñez de Cáceres. Con ella tuvo otra tanda de hijos.

López Contreras casó tres veces. Primero con Luz María Wolkmar. Ella lo dejó antes de morir y le heredó sus seis hijos. Luego casa con Luisa Elena Mijares, de la que se divorcia en 1934. Entonces contrae nupcias con María Teresa Núñez. Medina Angarita casó cinco días antes de ser Presidente con Irma Felizola, divorciada de Luis Vegas. Tuvieron cuatro hijos. Dicen que tuvo de amantes a Carmen Luisa Duque y a la catira Carmen Julia Sarría, quien no soportó y acabó suicidándose. Después y antes de la señora Felizola tuvo dos hijos con Estrella Serfatty, quien le querelló por paternidad en Miami.

Gallegos casó con Teotiste Arocha. Ese matrimonio duró 45 años. No pudieron tener hijos y adoptaron a Sonia y Alexis. En 1950 Teotiste murió en el exilio de México. Él nunca volvió a casarse. Murió el 5 de abril de 1969.

Delgado Chalbaud encabezó la Junta Militar de 1948. En Francia conoció a Lucía Levine, rumana, izquierdista y descontrolada, con quien se casa. Al no avenirse con su esposa sostiene relaciones con Ana Teresa Dagnino, con Mimí Herrera y una dama de apellido Capriles.

Pérez Jiménez era mujeriego, al punto que se reservó La Orchila para bacanales con mujeres traídas de La Habana, Miami y Santo Domingo. Casó con Flor Chalbaud, hija de un militar, con quien tuvo tres hijas. Sus líos de faldas fueron vox populi. Prefería a las mujeres blancas y de tipo europeo. Se hablaba de la Carías, la Margulis, la Bouvat, la Inserri, la cubana Martha Lorenz (con quien tiene una hija y ella tuvo un hijo con Fidel Castro) y hasta una peruana que hizo pública la paternidad de su hijo.

Democráticamente

Betancourt casó en Costa Rica con Carmen Valverde de cuyo matrimonio nace una hija. Años después se une con René Hartman con quien contrajo nupcias. 
 
Leoni casó con su prima Carmen América Fernández, doña Menca. Tuvieron cinco hijos. Fueron un matrimonio de cuento de hadas. Prácticamente murieron uno detrás del otro, de pura nostalgia.
 
 Lusinchi se enamoró de su compañera de estudios Gladys Castillo. Con ella casó y tuvieron cinco hijos. En el Congreso conoció a Blanca Ibáñez, que tenía dos hijos y quien se convirtió en su secretaria privada y al poco tiempo en su amante. El litigio de divorció de doña Gladys duró seis años hasta que se instala en Miami y Lusinchi pudo casar con Blanca. Exiliados de Venezuela, años después se separan. Hoy Lusinchi vive en la pobreza y el olvido.  
 
Carlos Andrés Pérez casó con su prima Blanca Rodríguez. Tuvieron seis hijos. En el Congreso se enreda con Cecilia Matos, con quien tiene dos hijas. Hace unos años Pérez falleció en Miami. Hubo una querella legal entre las dos familias por los derechos a decidir el destino de los restos.

Chávez casó en primeras nupcias con Nancy Colmenares. Fue su esposa por quince años. Tuvieron tres hijos. Luego casó con Marisabel Rodríguez. Tuvieron una hija. Se divorcian en 2002. Chávez muere en marzo de 2013. Ni Nancy ni Marisabel acudieron al velorio.

Es la historia pasional de Venezuela. Da para una larga novela.

smorillobelloso@gmail.co
 
*EL UNIVERSAL
domingo 16 de junio de 2013

domingo, 5 de enero de 2014

Santos Rodulfo Cortés -22/3/1924-3/1/2014



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Santos Rodulfo Cortés en 2013.
Nombre Santos Rodulfo Cortés
Nacimiento 22 de marzo de 1924 Bandera de Venezuela Ciudad Bolívar, Venezuela
Fallecimiento 3 de enero de 2014, 89 años Bandera de Venezuela Carcas, Venezuela
Nacionalidad venezolano
Alma máter Universidad Central de Venezuela
Ocupación Escritor, historiador, investigador, profesor
Santos Rodulfo Cortés (Ciudad Bolívar, 22 de marzo de 1924 - Caracas, 3 de enero de 2014) destacado historiador, cronista, político, investigador, escritor y profesor venezolano.

Biografía

Obtuvo los grados académicos de Doctor en Ciencias, Mención Historia y Licenciado en Filosofía y Letras, Mención Historia en la Universidad Central de Venezuela. Egresado del Instituto Pedagógico de Caracas y de la Universidad de Míchigan, Estados Unidos. Diputado Suplente al Congreso Nacional, años (1964-1969) y (1969-1973). Profesor Asociado a tiempo exclusivo para Investigaciones de Campo en el Instituto de Antropología e Historia de la facultad de Humanidades y Educación (1969-1971). Profesor de Geografía Física, Antropología y Sociología, Historia de la Geografía y Seminario de Geografía, en la Escuela de Geografía de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (1960-1978). Miembro Principal del Consejo de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (1971). Director del Instituto de Antropología e Historia de la Faculta de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (1971). Director de la Escuela de Biblioteconomía y Archivos, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela (1962-1969). Profesor de Bibliografía de Fuentes Históricas en la Escuela de Biblioteconomía y Archivos de la Universidad Central de Venezuela (1969). Pertenece a la Federación Venezolana de Maestros, Colegio de Profesores de Venezuela, Colegio de Humanistas de Venezuela, Asociación venezolana de Archiveros, Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela. Centro Histórico del Estado Falcón y de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.1
Fue incorporado el 7 de febrero de 2002 como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela ocupando el sillón con la letra “Z”.

Obra

Entre los libros de Santos Rodulfo Cortés destacan los siguientes:
  • El medio físico Venezolano (1952)
  • Estudio meteorológico del Centro de Caracas (1955)
  • Aspectos físicos del piedemonte de Venezuela (1955)
  • Antología documental de Venezuela (1960)
  • El cocuy en el folklore venezolano (1961)
  • Folklore del café en la región de El Hatillo (1962)
  • Bibliografía de Miguel Acosta Saignes (1963)
  • Antología documental de Venezuela (1966)
  • Bibliografía de J.F. Reyes Baena (1969)
  • Geografía Altitudinal de Venezuela (1961)
  • La geografía de la Historia (1962)
  • Memoria anual de la Escuela de Biblioteconomía y Archivos de la Universidad Central de Venezuela (1964-1965-1966-1967-1968)
  • Función de los Archivos en el Desarrollo Nacional (1970)
  • El Congreso de la Villa del Rosario de Cúcuta, Bohemia (1971)
  • Sesquicentenario de la Campaña de Carabobo, Bohemia (1971)
  • El régimen de las Gracias al Sacar en Venezuela durante el periodo Hispánico Tomo I y II. Academia Nacional de la Historia (1978)
  • 19 de Abril de 1810, Una Revolución Popular Inconclusa (2010)

Distinciones

  • 1927, Orden “27 de junio” 2da. Clase.
  • 1981, Orden “Andrés Bello” 2da. Clase.
  • 1991, Orden “General Tomás de Heres” Primera Clase.
  • 1996, Orden “Cacique Yare” Primera Clase.
  • 2010, Entrevista Diario el Universal, 2

Véase también


Referencias

  1. Ir a ↑ RODULFO CORTES, S. (2010), 19 de Abril de 1810, Una Revolución Popular Inconclusa, Curriculum Vitae.
  2. Ir a ↑ Santos Rodulfo Cortés, historiador, “Las revoluciones son inconclusas”

Bibliografía

  • RODULFO CORTES, S. (2010), 19 de Abril de 1810, Una Revolución Popular Inconclusa, Curriculum Vitae.

miércoles, 1 de enero de 2014

BLOODY MARY PARA EL RATON

JESUS ALFARO GARANTÓN

Después de las fiestas decembrinas y la tradicional salida de la dieta y del recato alcohólico, no es por casualidad que los gastroenterólogos abren sus consultas el primero de Enero, para atender a un sinnúmero de emergencias post alcohólicas, ellos lo llaman la “cosecha temprana del año”. La gran mayoría de los hombres amanece el primero con una sensación de llevar una roca dentro de la cabeza y una sed insaciable y si usted se acerca a un Farmatodo no encontrará puesto para estacionarse y en la interminable cola ante el mostrador se encontrará con muchos pecadores arrepentidos con cara de tener un ratón de brinquito. Todos buscan lo mismo: “algo que me quite el martilleo en mí cabeza y apague el fuego en mis entrañas”.
Muchos encuentran solución con alguna pócima que le recomiende el farmacéutico y los verdaderos borrachos echan mano a algún coctel milagroso. Hay cientos de fórmulas mágicas para el control del ratón y lo cierto es que terminan en otra melopea adicional. Yo no escapé al remordimiento de mi conducta de fin de año y menos al “mordimiento” que sentía en mis paredes estomacales y recurrí a la preparación del famoso  Bloody Mary, como coctel salvador del primer día de Enero. Mientras paladeaba la dulce y fría sensación de la bebida, me pregunté ¿por qué lo llaman María Sangrienta?
Corría el año 1509 en Inglaterra y su rey Enrique VIII, quien resultó más malo que Fidel y Chávez juntos, desposaba en primeras nupcias a Catalina de Aragón, hija de los reyes católicos de España y por ende, hermana de Juana La Loca. De esta unión nació una preciosa niña pelirroja que fue bautizada María, primogénita del Rey. Al monarca le dio por querer tener un hijo varón como heredero y considerando que Catalina no concebía niños, decidió separase de ella y reemplazarla por otra. El problema surgió en que se le pasó la mano y tuvo   5 esposas más y en vista que ya se le acabaron los papeles para pedir el divorcio, empezó a cortarles las cabezas a sus parejas para así seguir buscando nueva compañera. El Papa de ese entonces no le gustó lo de la casadera y le prohibió que siguiera con la guachafita, lo que causó gran furia a Enriquito VIII y este separó la iglesia de Inglaterra de la obediencia papal surgiendo así la iglesia anglicana, que luego se le llamó el protestantismo.
Para que vean que no es broma, estos fueron los nombres de las diferentes esposas: Catalina de Aragón, Jane Seymour, María Bolena, Ana Bolena, Ana de Cleves y Catalina de Howard. Se nota que el divorciado tenía burda de real, porque actualmente el que se divorcie tantas veces queda más limpio que talón de lavandera. Además se casó con dos Catalinas, lo que pone en evidencia su pasión por ese  delicioso pan dulce criollo llamado también cuca o paledonia.
A la muerte de Enrique VIII, le sucedió su primogénita María I, quien como buena hija de la española Catalina de Aragón, había sido criada bajo los preceptos de la religión católica y una vez que asumió el poder intentó restituir el catolicismo como religión de Inglaterra, desatando una oleada de ajusticiamientos en todo el país, corriendo la sangre por muchas comarcas de la vieja Albión, fueron tiempos turbulentos y los muchos enemigos de la reina, a manera de venganza, le endilgaron el sobrenombre de BLOODY MARY (María La Sangrienta). Esta reina María tuvo también su historia pasional al casarse con su primo Felipe II de España, hijo de Carlos V. Ella era nieta de los reyes católicos y Felipe II era bisnieto de los mismos y 22 años menor o sea ella resultaba ser tía abuela de su esposo, todo un arroz con mango. El matrimonio no funcionó y no fue más que una relación de conveniencia. El viejo refrán de “gallina vieja, da buen caldo” no iba con el  esposo y la frase de Felipe que pasó a la historia “le tengo gran respeto, pero no me provoca pasión alguna”, fue muy válida.
Imágenes integradas 1 María I echándose su Bloody Mary
Pues bien, en tiempos de crisis es que surgen las oportunidades, dicen los emprendedores, aprovechando todos estos pormenores y leyendo las noticias que ocuparon primera plana en los diarios de la época, un tabernero ocioso de Worcestershire, quien mataba el tiempo mezclando licores y utilizando el jugo de tomate como mezcla principal, se le dio un trago de color rojo intenso que recordaba al alias de su reina y bautizó el nuevo coctel como Bloody Mary. No sé si por el color  o por el temor de que perdamos la cabeza como una de las consortes del temido Enrique, la realidad es que ese coctelito te vuelve a la vida después de una madrugada de resaca.
Aquí les va la receta original del Boody Mary, el verdadero vuelve a la vida.
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Vierta el contenido en una coctelera con mucho hielo y agítese vigorosamente, sírvase en vaso largo y adórnelo con una ramita de célery 
Imágenes integradas 3¡¡SALUD Y FELIZ AÑO NUEVO                                      1 de Enero 2014

Bandera venezolana

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Automóviles de los 40

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